Y don Lotario recordaba al hermano Gayo, con sus barbas de profeta y el largo mandil, acuchillando el roble, puliendo los radios de la rueda, hembrando el cubo. Y al viejo Lillo, con la brocha en la mano pintando los “rayos”, como allí los llamaban, o aplicando las poleas de cadena a los carretones que llevaban las cubas de vino a la estación.
Las carreterías solían ser grandes encamarados. Cuando las piezas estaban cortadas y en condiciones, las armaban en la calle, con mucha paciencia, rodeados de muchachos y amigos. Carros de una mula, grandones y sólidos, de tipo valenciano. Carros alevines para tiro de un asno. Carracos de yunta con una sola lanza. Galeras con miriñaque volador para llevar mieses; y los carretones de vino.
FRANCISCO GARCÍA PAVÓN
El rapto de las Sabinas
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Sábado, 4 de Mayo del 2024
Sábado, 4 de Mayo del 2024