Casi no había pasa nada importante en los primeros veinte minutos,  cuando Loren intento girarse unos  metros por delante se la frontal. El volante perdió el balón y el pase filtrado entre los centrales dejo solo a Diego que no perdonó ante Diego Cano. El Alcázar volvió a explotar la idea se juego en la que tan a gusto se siente. Presión, recuperación y combinaciones rápidas para sorprender al rival. 

El gol hizo daño a un Atlético que fue entonándose con el paso de los minutos y género oportunidades suficientes para conseguir, al menos, la igualada. La más clara fue para Amor. Encontró una pelota suelta tras el saque de una falta que le dejo solo ante el portero, pero cruzó excesivamente su disparo. El guineano estuvo muy vigilado aunque sus apariciones siempre ofrecieron sensación de peligro. Las subidas de Álvaro por la derecha acabaron en buenos centros que no encontraron rematador. 

Tampoco faltó mucho para que entrara un testarazo de Biendi,  intermitente hoy, que se marcho por un palmo. Otra opción fueron los corners cerrados que botó Loren. Uno de ellos a punto estuvo de ser gol olímpico.             En medio del claro dominio local, el Sporting volvió a robar en el medio y el fulgurante contragolpe a punto estuvo de convertirse en el 0-2 de no ser por la gran parada de Diego que se jugó el físico al lanzarse contra uno de los palos en el rechace posterior. En la última jugada del primer tiempo probó suerte Morales con un disparo que a punto estuvo de sorprender a Andrés que esperaba el centro y no el tiro.

Tramo final de locura

Metió Juanjo Rodríguez a Carlos Arroyo, Calero en la segunda parte, sacrificando a Dueñas y Loren. El primero pudo ser objeto de un penalti del que nada quiso saber el colegiado. El Atlético volvió a dominar el juego, más a base de empuje que de  ideas claras, y encontró premio a falta de un cuarto de hora. Morales botó una falta desde la derecha y Antonio León, poderoso en la estrategia, cabeceó a la red. Por inercia, daba la sensación de que el Atlético podría dar la vuelta al partido, de hecho Biendi y Amor desperdiciaron una doble ocasión después de una buena incursión y centro de Morales, muy activo en la segunda mitad. Poco después, Amor se fue de dos rivales por la izquierda y su disparo lo atajó Andrés en el palo corto.

Pero los últimos cinco minutos fueron de locura. Estuvo a punto de llegar el 1-2 después de una chilena de de Joselu que Diego desvió con la manopla. Con el tiempo ya cumplido, al meta local se le fue largo el control tras la cesión de Antonio León y tuvo que derribar a Quini que ya enfilaba la puerta vacía. Penalti y expulsión. El mismo jugador lanzó el penalti batiendo a Calero que se tuvo que poner los bártulos de guardameta . Y aún hizo más sangre el Sporting con otro gol en el que Calero se equivocó en la entrega y Quini marcó a placer. Victoria alcazareña que sus futbolistas festejaron a lo grande, aunque alguno de ellos con algún gesto que no venía a cuento, lo que provocó alguna persecución y tangana que, afortunadamente, no pasaron a mayores.