Como dijera el presentador, “por fin veía la luz el sueño de una tomellosera” que se ha adentrado en diferentes caminos del arte: baile, teatro, pintura y ahora escritura en un proyecto que empezó a fraguarse hace dos años. Nazareth Rodrigo felicitó a la autora de un libro editado por Círculo Rojo “que se abre en canal y que nos sorprende con unos hermosos poemas que animó a la gente a que los lea y los disfrute. Para mí ha sido todo un descubrimiento conocerla”.

Mientras tanto, Adams Guijarro contó cómo fue dando forma a la idea que le propuso Mila. “Se trataba de interpretar con una fotografía la esencia de cada poema. Tuvimos que realizar muchas sesiones hasta que fuimos perfilando el trabajo”. En el acto se destacó el lado solidario de este libro, que destinará parte de los beneficios a Afanión, la asociación que lucha contra el cáncer infantil.

La inquietud y sensibilidad artística de esta mujer autodidacta se refleja también en unas pinturas que también se pudieron ver durante el acto, estaban justo detrás de la mesa de oradores, pero el protagonismo correspondía ayer a su primer libro donde, como ella mismo explicó, “lo fui escribiendo gracias a mis emociones que, a veces, no se sabe si son buenas o son malas. Empecé a escribir cosas sueltas que más adelante traslade al facebook y a la gente le empezaron a gustar. De este modo, estructuré por bloques un libro en el que se habla de amor, desamor, erotismo y también arte, que es algo sin lo cual no puedo vivir, sobre todo la música y el baile”.

Pensó Mila Blanco que la fotografía “le daría mucha vida al libro y tuve la suerte de conocer a Adams que ha realizado unas fotografías maravillosas”.  Ante una pregunta del presentador, la autora tuvo que desvelar que parte de realidad y de imaginación hay en sus poemas. “De realidad puede tener un treinta por ciento, -dijo-, lo demás es todo pura imaginación. Pero sí es cierto que cuando hablo del cáncer, pienso en las muchas personas que pasaron ese duro momento, como mi hermano, que en paz descanse. Le prometí antes de morir que terminaría este libro. Pero en estos poemas no está mi vida reflejada, simplemente creo que servirán de autoayuda a muchas personas”. Confesó la autora que pintando disfruta, “sin embargo, escribiendo sufro y siento mucho”.

En el acto se dio posibilidad a que los asistentes intervinieran y lo hicieron amigas muy cercanas de la autora como Mariví que destacó “el talento de una persona muy especial, con una gran sensibilidad para expresar sus sentimientos a través de distintas formas del arte y que has decidido compartir con todos nosotros. Hay que felicitarte y apoyarte en todo lo que pueda estar en nuestra mano”. Otra amiga de Mila le pidió que bailara, y la autora le prometió hacerlo más adelante, cuando la situación mejore “ahora está prohibido”. 

Lo que si hizo fue dedicar un poema a sus hijos. “Hijos de mi vida, hijos de mi corazón, pedacitos de ser, caminos que recorrer, verde es la pradera, altas las montañas; no tengáis miedo del camino, ni de la tormenta que pronto pasa, ser humildes y honrados y ayudar a los demás. Aquí estaré para vosotros, hasta que mi corazón diga adios”. Fue el emotivo broche a un acto que tuvo su continuación con un vino que compartieron todos los asistentes en el Triana, lugar lleno de embrujo andaluz y arte, como el que ayer llevó a borbotones, Mila Blanco Peinado