El motivo aducido por la administración local era emprender unas obras de remodelación que dieran respuesta al deplorable estado del pavimento de la zona, estado que, para Ecologistas en Acción supone una grave dejación de funciones en el mantenimiento periódico propio de ese tipo de zonas verdes. "Estas aportan un inestimable beneficio a nuestras niñas, a nuestros mayores y a todos, pero, en contrapartida, exige estar siempre muy pendientes de ir realizando las labores de mantenimiento necesarias, tanto en el aspecto vegetal como en el de obra civil, e ir reparando y adaptando esta última al crecimiento del arbolado y a la seguridad y al bienestar de la ciudadanía". 

Y, sin tener que hacer muchos malabares presupuestarios y megalómanos, prosigue el comunicado en cosas tan sencillas como esta reside el hacer a una ciudad realmente “sostenible”. "Que desde el año 1986 no se hayan seguido estas obligadas pautas de actuación dan muestra los auténticos socavones y desniveles visibles por todo el entorno, incluso en sitios tan alejados del arbolado como en el borde del acerado de la propia plaza".

 Tampoco es sostenible, se mire como se mire, argumenta Ecologistas "arrasar todos los árboles de una arboleda para volver a poner otros en su lugar, incluso menos apropiados para el problema de las raíces, que parece ser el mantra esgrimido a todas horas por el gobierno local. Como se mantiene en el vídeo, ni eso es propio de un proyecto del siglo XXI ni, tampoco, civilizado. Y menos cuando el nuevo proyecto a implementar va totalmente en sentido contrario a las tendencias del nuevo contexto de crisis ambiental de este siglo: biodiversidad de especies, tierra frente a hormigón y conservación, en sus aspectos más relevantes, de los puntos tradicionales e identitarios de la ciudad".

Aún sin tener conocimiento de este proyecto y de la intención del ayuntamiento de Alcázar de arrasar la arboleda, ya a finales del pasado mes de febrero Ecologistas en Acción le exigió la moratoria inmediata de cualquier tipo de apeo o extracción de arbolado con motivo de la tala de árboles en la barriada del Grupo RENFE. Ahora, además de eso, le pide una mínima colaboración en la tarea de educar en el respeto al medio ambiente y a la Cultura del Árbol, o, al menos, "que deje de embrutecer la conciencia medioambiental con su nefasto ejemplo, con el que la ciudadanía lo único que percibe es que el árbol es un objeto de usar y tirar sin más valor que un pedrusco y que descalifica y vuelve inútiles todas sus plantaciones de arbolitos y plantas varias en el Bosque de la Vida y el etiquetado de proyectos con el rimbombante título de “sostenibles” sin tener de sostenibles más que  eso, el título".