La flamante Asociación de Productores de Pistacho de Ciudad Real (APPCR) ha agilizado los contactos con diferentes entidades -profesionales, sectoriales e institucionales- para alcanzar su principal objetivo, como es “comercializar el pistacho ecológico ciudarrealeño a nivel europeo”.

Su presidenta, Dolores Lara, resume la actividad que la asociación lleva gestionando desde que se constituyó hace cinco meses, en los que no ha dejado de crecer hasta alcanzar los 110 productores y 1.200 hectáreas.

La asociación nace en un momento en el que el cultivo del pistachero tiene cada vez mayor aceptación entre los agricultores de la provincia.

Con casi 12.300 hectáreas, Ciudad Real es el territorio más productor de Castilla-La Mancha, región que, a su vez, lidera la extensión de este fruto seco en España. A cierre de 2020, la comunidad copaba más del 80% (cerca de 38.000 h, tras sumar 7.800 h) de la superficie nacional, cifrada en 46.000 hectáreas. Toledo es la segunda provincia que más superficie de pistachero concentra, con 10.700 h

Por ello, desde la APPCR trabajan en mejorar la cualificación de los agricultores, favorecer la colaboración entre los productores, “cada vez más numerosos”, unificar criterios de carácter productivo y comercial, e incluso diferenciar el pistacho de Ciudad Real con una marca protegida, con el fin de garantizar márgenes económicos rentables.

Pretenden evitar, así, oscilaciones a la baja como la registrada la campaña pasada, cuando el producto “se vendió a mitad de precio”, entre otras razones por la atomización.

Fue el escenario que activó el “germen” de la asociación, que no sólo ha despertado interés en el sector, sino también a la hora de tejer relaciones con los ámbitos asociativo e industrial.

Hasta ahora, destaca Lara, han mantenido contactos con empresas que comercializan y procesan pistachos como la SAT del Campo en Villacañas (Toledo), con el centro de investigación agroambiental ‘El Chaparrillo’, con la Dirección General de Alimentación del Gobierno autonómico, con la Delegación provincial de Agricultura, responsables del IPEX, y empresas de Manzanares y Tomelloso, entre otras. También se han dirigido a nivel asociativo con la Asociación nacional de Productores de Pistacho y Comercializadores (APPISTACO) y con las asociaciones de Productores de Pistacho de Cuenca, Toledo y Albacete, en este caso para trabajar en el impulso de una federación regional.

Trabajan, igualmente, para realizar “compras agrupadas”, y para suscribir convenios con empresas colaboradoras que permitan el desarrollo de cursos de formación y asesoramiento, además de informar sobre ayudas y otros expedientes a presentar ante las administraciones públicas y promocionar la investigación aplicada (con universidades) con carácter público privado. El principal objetivo es optimizar la producción del pistacho ecológico “con calidad diferenciada”.

Del mismo modo, contribuirán al estudio y desarrollo de aplicaciones culinarias, gastronómicas y cosméticas que fomenten el consumo de este fruto seco.

La página web todavía en construcción también aumentará la difusión de la asociación, que persigue aglutinar a este sector productor de Ciudad Real, y de informar de sus avances.

El pistacho manchego, defiende Lara, “tiene más calidad y más propiedades organolépticas -debido a las óptimas condiciones edafoclimáticas- que el americano -convencional cultivado en grandes extensiones-, con el que hay que competir “a través de la cualificación y diferenciación”. Por ello, harán hincapié en impulsar la trazabilidad del fruto del pistachero, el único camino que les permitirá obtener más valor añadido.

Lara preside la junta directiva de la asociación, que tiene sede en Argamasilla de Alba y que está compuesta por tres mujeres y tres hombres, todos productores.

Plantación de 900 árboles en Tomelloso

Esta tomellosera se inició en la agricultura por decisión propia hace ocho años cuando, tras trabajar 17 años en labores de gestión en varias empresas, además de realizar estudios de diseño industrial, decidió apostar por el cultivo emergente de los pistachos en toda su dimensión. Plantó una explotación de 900 árboles que cuida con mimo. “Hay que estar muy pendiente de la plantación”, sostiene, sobre todo en esta época de la primavera, cuando suelen hacer presencia las plagas de clytra o galeruca. Sus consecuencias pueden ser dramáticas porque “defolian las hojas tiernas e interrumpen el crecimiento del fruto”.

El contacto de la APPCR es appistachoscr@gmail.com