Francisco Javier Escudero Buendía, madrileño de nacimiento pero tomellosero de  vida y obra, acaba de sacar a la luz un nuevo libro, “Personas y personajes del Quijote” en el que aporta curiosas y novedosas teorías sobre como Cervantes fue modelando su universal obra. La entrevista que el periodista de La Voz de Tomelloso realiza al historiador  por teléfono no le resta cercanía  y complicidad. Responsable del archivo territorial de la provincia de Cuenca, Escudero se entrega en cuerpo y alma a la investigación histórica de su entorno más cercano. Pica piedra en los archivos, refuta lo que se presenta como irrefutable y se recorre miles y miles de páginas en internet para dar la mejor base de sustentación a sus teorías. 

-¿Qué nos ofrece usted en este libro sobre las personas y personajes del Quijote?

-El título es el mismo de la tesis doctoral de la que procede y que presenté el 18 de diciembre de 2020. Son tres partes y cada una de ellas se corresponde con un volumen. Son casi mil páginas y lógicamente no está la tesis entera, ya que hubiera resultado demasiado larga. En la primera parte abordo lo que son los personajes históricos del Quijote, buscando los personajes reales que pudieron inspirar a Cervantes para la creación de los suyos, es la homonimia que permite encontrar los nombres y apellidos de personas reales que luego aparecerán como personajes en el libro. Pero he ido más allá y en el segundo volumen he buscado similitudes en las aventuras y hechos de hidalgos, también reales que luego también se verán reflejadas en la ficción para la construcción del personaje de Alonso Quijano. He seguido el orden de los capítulos del Quijote para comprobar después que muchos hidalgos de la época hacían estas cosas  tan extravagantes.

-¿A qué dedica la tercera parte de la obra?

-Está dedicada al personaje de Dulcinea, menos extensa pero resulta interesante ver como hay una serie de mujeres en la época con el nombre de Aldonzas y Lorenzos, descendientes de hidalgos, y otras que comparten circunstancias en el entorno del Toboso. Trabajan en el campo y algunas  quieren casarse con grandes potentados y tienen costumbres que recogerá Cervantes. Y algo curioso, Cervantes escoge El Toboso porque  es un pueblo antisistema, muy rebelde. El 1563 se produjo un asesinanto y el autor mandó a alguien de su gente a que tirara el rollo de la Justicia, como diciendo aquí la ley soy yo. De hecho, no consiguieron pillarlo. Incluso, el cura del Toboso era protestante, es decir, un hereje y el médico del pueblo era nihilista y fue procesado por la Inquisición. La sociedad del Toboso era más interesante y viva de lo que podamos imaginar.

-Un trabajo de estas características le habrá supuesto mucho tiempo y esfuerzo…

-Sí claro. En exclusiva le he dedicado cinco años, pero realmente es toda la vida, son miles de horas. Hay que tener en cuenta, por poner un ejemplo, que he llevado a ver cuatrocientos cincuenta procesos, con una media de doscientas hojas cada uno, por tanto hablamos de cerca de diez mil folios. Tienes que ir multitud de veces a los archivos y luego está el coste económico de las copias. Es mucho tiempo, dedicación y dinero.

-Cuando se habla de teorías en torno al Quijote entramos en un terreno resbaladizo por las teorías que se confrontan y las rivalidades que provocan. ¿Ha sido consciente de ello a la hora de ir perfilando este libro?

-Es inevitable no tener presente la polémica que suscitan las teorías sobre el Quijote. Un catedrático de Ciudad Real, Jerónimo López Salazar, suele decir que esto es como un lago plagado de caimanes, que es complicado llegar a un pueblo y decir que el Quijote no pasa por allí, sino que pasa por el pueblo de al lado; las críticas aparecen por todos lados. En mis investigaciones yo no he entrado aún en el tema del lugar de la Mancha precisamente para evitar estas polémicas.  Hay planteada una Ruta del Quijote que me ofrece muchas dudas. Hace poco salió Munera como lugar de las Bodas de Camacho, pero desde mi punto de vista eso no es así y algún profesor lo ha desmentido ya. Cada uno puede sostener y opinar lo que quiera, pero hay cosas que, desde mi punto de vista, no tienen razón de ser. Se trata de acercarse al Quijote, no solo con las fuentes literarias, sino también con las históricas.

-¿Está trabajando en nuevos proyectos de investigación Javier Escudero?

-Haremos una segunda parte en la que abordaríamos los personajes históricos de las novelas ejemplares y de otras obras de Cervantes tratando de demostrar que hay mucho de autobiográfico también en Cervantes. Sobre todo estudiar su paso por Toledo, que no está muy analizado. 

-Y sobre Tomelloso, ¿está preparando alguna cosa?

-Llevo tiempo sin tocarlo. Estoy en contacto con gente como José Roselló para seguir investigando aspectos históricos de la ciudad, pero todavía no hemos concretado nada. Me gustaría retormarlo porque todavía hay aspectos interesantes por descubri.

-¿Cómo ha afectado la aparición de internet a la metodología de trabajo del investigador?

-La aparición de internet ha sido clave. Cuando empecé en el año 1989, ya han pasado años, los ficheros eran de papel y conseguir material era a base de fotocopias o microfilms. Era una forma muy primitiva y, por tanto, internet ha facilitado enormemente la labor gracias a la existencia de un portal de archivos españoles que agilizan las búsquedas y puedes conseguir la información digitalizada y de una manera mucha más rápida. Sin internet y sin la digitalización sería imposible acometer proyectos de este tipo.