Castilla-La Mancha “quiere tener voz propia en el mundo del vino” y para ello son fundamentales dos herramientas: la nueva Ley de la Viña y el Vino que se trabaja con el sector y la creación de una interprofesional. El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, así lo ha manifestado este viernes durante su intervención en la clausura de la Asamblea General Ordinaria de Cooperativas Agro-Alimentarias de Castilla-La Mancha, que ha tenido lugar en el Auditorio Municipal de Alcázar de San Juan.

El consejero ha asegurado que la región líder en producción y superficie en el sector vitivinícola necesita tener “los instrumentos” para llegar a tener esa “voz propia” a la que se ha referido Martínez Arroyo. Y esta Ley es imprescindible para ello, dado que a día de hoy no existe tras su derogación en la legislatura del PP porque fue una cuestión que se “politizó”, ha dicho.

Y también necesario es que en Castilla-La Mancha se cree una interprofesional regional del vino, ha dicho el titular de Agricultura. “Toca, porque nos hemos dado cuenta que debemos defender nuestro sector nosotros”, ya que “no puede ser que desde fuera nos digan lo que tenemos que hacer y, para que eso no suceda, debemos de tener la Ley y la interprofesional”, ha subrayado.

El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, ha alabado el trabajo que se realiza desde esta organización y ha recordado que, si el sector agroalimentario representa hoy el 17 por ciento de la riqueza de la región, es, en gran medida, “gracias al esfuerzo de los 160.000 cooperativistas agroalimentarios que hay en Castilla-La Mancha”.

De esta manera, Martínez Arroyo ha pedido que se siga avanzando en la agrupación comercial para que se cuente con un movimiento cooperativo “fuerte”, que es el que genera riqueza y, además, contribuye a la fijación de la población en los pueblos siendo las cooperativas las empresas que no se deslocalizan.

Una PAC para que ningún agricultor o ganadero se quede fuera

En relación a las negociaciones de la PAC, el responsable de la agricultura en la región, ha incidido en dos puntos que para Castilla-La Mancha son importantes en su posición ante esta reforma: la convergencia total y la reducción de las regiones agronómicas.

Ante todo, el objetivo es que “ningún agricultor y ganadero se quede fuera” de esta política europea y, por ello, se va a seguir defendiendo al agricultor profesional. “No lo vamos a contar, lo vamos a hacer”, ha insistido, “porque de lo que se trata es de tomar decisiones y ponerlas sobre la mesa como hace la región para que se preserve el modelo de agricultura familiar, el de las pequeñas y medianas empresas, para que puedan seguir realizan una labor que es fundamental para el territorio”.

Como también lo son los jóvenes, En esta línea, Martínez Arroyo ha recordado que el plazo para la incorporación de jóvenes en la nueva convocatoria de ayudas está abierto hasta el 18 de este mes. Las entidades colaboradoras y Cooperativas tienen tiempo para avanzar en los expedientes y se les ha pedido que aprovechen los recursos públicos puestos a disposición de los jóvenes, siendo este apoyo con ayudas públicas un compromiso del Gobierno desde 2015 que ha permitido que 2.660 chicos y chicas se hayan incorporado en la región a la agricultura o la ganadería, un tercio de ellos, mujeres.