Estoy cansado y triste.
Hoy sufre el alma mía
enorme desconsuelo
y gran melanconía.
Me encuentro soledoso
y me duele, a fe mía,
hallarme de este modo
que nunca suponía.
La causa, bien la sabes:
tu inesperada ausencia,
tu marcha no anunciada
perdida la avenencia
entre los dos habida,
llena de amor, paciencia,
tornada por mi lado
en aceda infidencia.
Muy poco discurriste
para así obsesionarte
y en contra de mis modos
tenaz aposentarte,
llevando con empeño,
e incluso con mal arte,
un absurdo desprecio
para quien supo amarte.
Sabías que obrabas mal,
de ello eras consciente;
lo habías premeditado,
que no era de repente
este hacer oneroso
en alto grado hiriente;
este comportamiento
para un dolor latente.
Y hoy que para ello
no encuentro otro remedio,
que aceptar su impostura,
me ha supuesto un gran tedio,
pensando en que mi vida
aún está en su intermedio
y que sin esperarlo
ha sufrido un asedio.
mi único, exclusivo,
mi más ingente anhelo,
es desear que tú
te encuentres en el cielo,
que este tu nuevo estado
te sea de terciopelo,
que sólo encuentres bien
y pises un buen suelo.
Te tuve cuando moza
mas no como casada;
ahora con tu ausencia
¡que larga es mi jornada!
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Miércoles, 17 de Abril del 2024
Miércoles, 17 de Abril del 2024
Miércoles, 17 de Abril del 2024
Miércoles, 17 de Abril del 2024
Miércoles, 17 de Abril del 2024
Miércoles, 17 de Abril del 2024