El 14 de mayo de 1862, según se desprende de la documentación, fue importante y de fiesta para Argamasilla de Alba; pues hubo un movimiento inusitado de coches en torno al Ayuntamiento; ya que, ese día, se iban a firmar dos escrituras de compra de la famosa Casa donde se hallaba la ergástula donde, según tradición popular, había estado preso Cervantes.

Y así se hizo; pero por carecer de Notario Argamasilla, las personalidades que hicieron posible la compra, se reunieron en el sitio denominado “La Vereda”, en término de Tomelloso, “en la entrada del pueblo”.

Los señores que hicieron posible dicha adquisición fueron: Antonio Millán, Melquíades Ginel, Francisco Sales Dotor, Manuel Añover, Tomás Montalbán, Martina Dotor: ésta última acompañada de su marido, Vicente Salinas, vecinos todos de Argamasilla de Alba, que, ante el mencionado Escribano, explican los pormenores de un inmueble o casa, señalada antes que había sido con los números siete, nueve y once de la calle denominada Empedrada Nueva de Argamasilla. Dichas tres casas, anteriormente, tuvieron que deslindarse y reunirse en una sola. Finca que lindaba a saliente con la calle antes mencionada, mediodía con la del Hospital, poniente con una propiedad de Tomás Montalbán, y al norte, con otra de Andrés Frías.

El inmueble había sido adquirido, 25 de mayo de 1825, por Juan Ginel y su esposa Cándida Ocaña, previa permuta que hicieron de otra vivienda a José Carmelo, el cual la poseía en concepto de vinculación. Pero creemos tuvo que haber algún problema, porque hasta el 13 de noviembre de 1837, Ignacio López, hijo del citado Carmelo, no ratifica la permuta por medio de escritura, quedando ya en este caso dueño, como de libre disposición, el mencionado Ginel.

Tres años después, 17 de septiembre de 1840, Juan Ginel fallece, quedando por herederos: Juan José, Antonio y Diego Ginel Ocaña; asimismo su esposa, Cándida Ocaña, participa, al igual que sus hijos, de la mencionada herencia; es decir se hacen de dicha propiedad cuatro partes iguales; pero ocurre que, en la mencionada finca, tenía otro propietario, Tomás Montalbán, poseyendo éste la mitad de una cocinilla (seguramente que por particiones anteriores), recibiendo los herederos, también por iguales partes, la mitad de la mencionada habitación.

El 29- de marzo de 1845, Catalina Tornero, madre de Juan José Ginel, enajena la parte que le corresponde, cambiándola por una casa propiedad de Manuel Añover.  Y el 23 de enero de 1859, Bruno e Isidra, hijos de Diego Ginel, venden su parte a Francisco de Sales Dotor.

Por otro lado, Antonio Ginel fallece, quedando como herederos sus cinco hijos: Ángela, Patrocinio, Diego, Amós y Micaela, recibiendo sus seis partes, junto a su madre y también participante en la herencia, Martina Dotor. Pero, según se desprende de la documentación, la viuda debía tener problemas económicos; pues también figura en tan complicada escritura la porción de finca que pertenece al que entonces era alcalde de Argamasilla, Antonio Millán, por compra que anteriormente había realizado a los hijos de Antonio Ginel, valorándola, el día de la venta a D. Gabriel Cisneros, sólo en 12.628 reales, en vez de los 14,899 que había pagado a la viuda por las cinco  partes de sus hijos. 

Aclarado lo anterior, todos los nombrados,  otorgan que venden el inmueble, ya hemos anotado que el 14 de mayo de 1862, a D. Enrique Cisneros, Gobernador Civil de la Provincia (presente en dicho acto).

También aclara la escritura que Tomás Montalbán, cede gratuitamente la parte de cocinilla que le corresponde, valorada en 340 reales., a favor del comprador. Y lo hace: “Por consideración al aumento patriótico que propone su Señoría, queriendo restaurar la preindicada Casa para perpetuar la Ilustre Memoria de la Estancia de Miguel de Cervantes Saavedra en la misma donde es fama escribió la primera parte de su inmortal Quijote”.

El importe total de la finca sumaba 38.798 reales. Firman la venta el comprador y los testigos antes relacionados.

Venta de la casa al Príncipe Sebastián de Borbón

Una vez dado por el Escribano el visto bueno al protocolo de la primera escritura, seguido, organiza la escribanía para redactar otra en la que sería protagonista D. Enrique Cisneros[1], redactándola en  calidad de venta a favor del Infante D. Sebastián de Borbón y Braganza, Gran Prior de la Orden de San Juan de Jerusalén.

En esta escritura el comprador declara que la vende en el precio ya explicado, “cediéndola y traspasándola a S.A.R. como comprador a quien dio facultad para hacer la transacción: por sí o por medio de apoderado representante”; pero para que no se necesitara hacerlo, se le pedía al  Escribano: “Copia conformada de la Escritura, con la cual ha de ser visto haberla tomado y trasferido”.

En ese momento, dado que estaba presente D. Manuel Añover, Administrador de los bienes sanjuanistas en Argamasilla, muestra y exhibe “la autorización que de S.A.R. tiene para la aceptación de la venta”.

Copiada, textualmente dice:

Hay un sello con las Armas Reales de España estampado con tinta negra= Secretaría de Cámara del Sermº. Señor Infante D. Sebastián = S.A.R. el Sermº. Sºr. Infante D. Sebastián, mi Augusto Amo, se ha dignado autorizar a V. [Vd] el presente, y sin perjuicio de hacerlo en otra forma, si necesario fuere, para que pueda admitir a su Real nombre, la cesión en venta que a favor de S.A. haya el Sr. D. Enrique Cisneros, Gobernador Civil de la Provincia de Ciudad Real, de la Casa Titulada de Cervantes “sita en la villa de Argamasilla de Alba, de la misma Provincia y así mismo para que V. entregue al expresado Sr. Gobernador, el Importe a qué ascienda dicha venta, con los demás gastos que sean precisos, para la trasmisión de este negocio. Dios guarde a usted. muchos años. Madrid, 9 de Enero de 1862. José Jofré? Villegas= Sr. D. Manuel Añover”.

El documento, rubricado por el Escribano, le fue devuelto al señor Añover, el cual, aceptó ante el notario que admitía, en nombre del Príncipe, la compra de la casa “ya deslindada” por el señor Cisneros.

Lo otorgó y firmó el vendedor y comprador: D. Enrique Cisneros y D. Manuel Añover. Pero en total los firmantes fueron: D. Clemente Carranza, Primer Teniente de Alcalde, D. Alejandro Rodrigo, Segundo Teniente, D. Francisco María Carranza Secretario (los tres anteriores del Ayuntamiento de Tomelloso). D. Antonio Millán, Alcalde Constitucional de Argamasilla de Alba, D. Andrés Frías, de la misma vecindad, D. José Labores Herrero, Alcalde Corregidor  de Herencia, D. Antonio Montes, Teniente de Alcalde de la misma Herencia, D. Donato de Tornos, Coronel retirado y Gobernador que había sido de la Provincia, D. Isidoro López, Director de la Empresa del Canal de la Mancha, D. Antonio Ramos, Abogado y Vocal del Consejo de la Provincia, D. Francisco Portocarrero, vecino de Villarrubia, D. José de Castells y Basols, Jefe de la Sección de Fomento de la Provincia, D. Eduardo Conde, Ingeniero de Montes y Minas, D. Antonio de Santisteban, oficial del Gobierno de Ciudad Real, D. Francisco García, médico-cirujano titular de Tomelloso, D. Juan de Mata Alba, del Ayuntamiento de Tomelloso, D. Antonio Montero, etc.[2].

Esta es, a grandes rasgos, la crónica de la compra en 1862 de la famosa Casa de Medrano. Lugar donde un año después, 1863, Rivadeneyra imprimiría, a instancias del Príncipe, el libro del Quijote. También es interesante la adquisición y evaluación que se hace de la Casa por los herederos de don Sebastián de Borbón, cuando éste fallece en Pau (Francia), el 14 de febrero de 1875. Laus Deo.