Y es que, la noche se prestaba para disfrutar con los textos de Emilia Pardo Bazán y la música que acompañó la velada, a cargo de Marieli Blanco. Participaron en el acto las concejalas Nazareth Rodrigo y Montse Benito, además de la presidenta de la Fundación Ceres, Toñi Valverde. Entre los lectores estuvo el actor Álvaro Márquez. Hubo una exposición solidaria con obras de Caroline Culubret, María Abad y Javier Herrerías.

Era necesario este homenaje a una escritora avanzada y valiente que durante toda su vida luchó por los derechos de la mujer y en muchas de sus obras denunció la violencia machista. Como explicó Encarna Cabañas en la introducción, la condesa de Pardo Bazán dejó una ingente obra, tanto en prosa como en verso y pudo ser la primera mujer en formar parte de la Real Academia.

Las lectoras y lectores de En Notas Violetas se salieron al (escaso) fresco de la noche manchega para rendir el mejor homenaje a la escritora gallega, leer su obra, hacerla presente al público que disfrutó de la velada. Nazareth Rodrigo y Montse Benito recitaron al alimón un fragmento de “El Castillo de la Fada”; Toñi Valverde prestó su voz a unos párrafos de “Los Pazos de Ulloa”; Marieli Blanco dejó por un momento su teclado para leer “La muerte de la serpentina” y Álvaro Márquez ofreció al respetable el relato “La Caja de Oro”. En el segundo bloque, Mercedes Santiago recitó “El porvenir de la poesía”; Felipe Fuentes declamó “Casi un artista”; Reme Juanes puso su voz al cuento “Apólogo” y Mercedes González interpretó el relato “El Corazón perdido”. El último bloque lo inició Encarna Cabañas con “El encaje roto”; Francisco Navarro leyó un fragmento del cuento “Consuelo”; Pilar Otero ofreció “Al amor asesinado” y Santos Moraga leyó “Las medias rojas”.

Marieli Blanco fue llenado de música los distintos bloques en los que se dividió el acto. Interpretó piezas de Wagner, Chopin, Bocherini, Schubert y cantó un poema de Curros Enríquez. Se sortearon libros gracias a la colaboración de la Biblioteca García Pavón La Librería y Tecnocopia y un complemento de moda donado por La Cabaña Boutique.

La velada acabó con la elaboración y degustación de una queimada. Mientras se elaboraba, Álvaro Márquez recitó el conjuro de esta singular bebida gallega.