España llegaba, pero costaba crear ocasiones claras. Y a hombres como Pedri, Pau, Dani Olmo…les pesan las piernas después de una temporada larguísima La primera la tuvo Rafa Mir, el héroe de cuartos, que no pudo superar al portero en el mano a mano. Mir tendría otra en la segunda parte, aunque en posición más forzada y se topó con el pecho del meta. El duelo se pudo decantar por un penalti a Mikel Merino, que el colegiado pitó en primera instancia, y tras consultar con el Var dijo, que de penalti nada. En fin, el caserismo que, inevitablemente, suele aparecer en las grandes citas. Pudo marcar Oyarzabal y también Kubo en un potente disparo que obligó a intervenir a Unai Simón. Final con 0-0 y tocaba exprimirse otros treinta minutos.

En la prórroga, cuando parecía que los diabólicos penaltis decantarían el duelo, Marco Asensio que entró en el tramo final hizo una de las suyas. Se asoció con Oyarzabal, recibió dentro del área, se giró y conectó un zurdazo al palo largo, imposible para el portero. Un gol antológico que valía una final y una medalla. 29 años después, España busca otro oro en fútbol, la cuarta medalla tras las conseguidas en Barcelona, Sidney y la más lejana de Amberes.

Diego Cano, portero del Atlético Tomelloso, reconoce que la victoria ante Japón fue muy trabajada y sufrida. “Cualquier selección que esté colocada y bien organizada tácticamente te complica la vida. Los métodos de preparación son muy buenos en cualquier país y tienes que ser muy bueno para imponerte a alguien con una superioridad aplastante. El fútbol se ha igualado mucho”.

Diego Cano, que suda la gota gorda en la pretemporada, ve a una España “muy fuerte, un equipo joven, pero con futbolistas que juegan en ligas de alto nivel. Estaba convencido de que jugaríamos la final, mucho más viendo los cruces que teníamos por delante”.

Le preguntamos por Unai Simón, el portero, y se deshace en elogios. “Unai es un porterazo. Puede haber tenido errores puntuales y ya sabemos que los errores del portero se hacen notar más, pero es un portero completo y solvente, como ha demostrado en el Athletic y en la selección”.

Diego Cano siente respeto pero no temor ante el Brasil que espera el sábado. “Ellos también tienen jugadores buenos y creo que será una final igualada, está al cincuenta por ciento. Se puede decidir por un pequeño detalle. Tenemos derecho a ser optimistas”.