Todo es según
el color
que ilumina
cada vida
Rosa es el
del triunfador,
¿Cómo lo verá
el suicida?
“Todo es según el color del cristal con que se
mira”, dejo escrito el poeta Campoamor
y otros tantos han formulado, con más o menos éxito, frases parecidas para
indicar la relatividad de eso que llamamos las cosas, las “cosejas” de la vida.
Dos frases que me llamaron la atención vienen a poner de
manifiesto como la realidad es relativa y puede percibirse de forma diferente por diversas personas que escuchan,
viven o contemplan una misma situación, un mismo hecho. La perspectiva, no sólo
con relación al color del cristal, sino a la postura o punto de observación del
hecho o del objeto determina que cada cual lo vea con diferentes matices o de
distintas formas.
La primera frase es de una anécdota que escuché hace muchos
años. De la segunda fui testigo presencial.
Me contaba una tía mía que le comentaba una fámula la difícil situación en que se encontraban
unos vecinos suyos.
- Mire, señora, no
tienen capital, ni rentas, ni trabajo. Son el matrimonio y cuatro hijos
pequeños. Él enfermo, y están a punto de
ser echados de la casa en que viven.
Mi tía, por darle ánimos, le comentó que, seguramente,
saldrían del atolladero con un poco de suerte y de ayuda de algún alma
caritativa, y formuló la consabida frase de que “Dios aprieta, pero no ahoga”. A lo que la criada le respondió con
el siguiente insólito razonamiento:
“Mire, señora, eso de que Dios aprieta pero no ahoga, es verdad, que mi hermana tuvo cinco hijos y se le murieron tres”.
La segunda, como digo, la oí personalmente una fría mañana de
invierno al pasar por la madrileña calle
de Concepción Jerónima. Estaban, recién levantados, dos mendigos sucios, harapientos, con las greñas
pegajosas de no haber visto el agua y el jabón, no ya el champú, durante mucho
tiempo, recogiendo los tetrabrikes vacios de vino barato, las sucias y
agujereadas mantas y los cartones sobre
los que habían dormido aquella noche, en el rincón de la fachada de la antigua
Imprenta Municipal, entonces cerrada, hoy museo de Artes del Libro.
Al pasar junto a
ellos, escuché a uno gritar al otro con voz cazallera:
-“Macho, es que tu vives como un marajá”.
……………….
El libro de
las dudas no descansa.
Está siempre
dispuesto y nos requiere
desde
cualquier capítulo que se abra.
El de las
soluciones ¿Quién lo guarda?
Madrid, 21 de octubre de 2021.
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Martes, 23 de Abril del 2024
Martes, 23 de Abril del 2024
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