Jiménez ha recordado que el pasado viernes 21 de enero a las siete de la mañana se produce un hundimiento de la calzada en la esquina de la calle San Mateo con Mediodía, con el derrumbe de un inmueble. La Policía Local acordonó la zona nada más producirse el suceso, al lugar de los hechos acudieron técnicos municipales y miembros del equipo de gobierno, la propia alcaldesa entre ellos. El inmueble en el que se produjo el derrumbe, y el colindante, ha seguido explicando la regidora, se encontraban vacíos por lo que “afortunadamente no hubo que lamentar daños personales”.

Comprobaron los técnicos del Ayuntamiento que el siniestro no afectó a las redes de agua, ni de gas. Se localizó a los vecinos de las viviendas afectadas para informales de lo ocurrido. Se observó, ha señalado Jiménez, la existencia de una galería de arena que se metía en la casa donde se produjo el siniestro. Además, se constató que había una lumbrera tapada con yeso y baldosas lo que generaba condensación, dado que impedía la respiración de la galería. Tras el trabajo previo de observación que llevaron a cabo los arquitectos municipales, se contactó con una empresa de excavaciones para que “por procedimiento de urgencia comenzaran los trabajos de limpieza y desescombro dado que hay que rehabilitar la calzada”.  La empresa llevó la maquinaria el viernes y los trabajos comenzaron el lunes.

Cuando se acabe de desescombrar, ha señalado Inmaculada Jiménez, se dará paso a la evaluación geológica de la zona. Este mismo miércoles el arquitecto técnico municipal ha visitado la zona con un geólogo para ver si es posible “empezar con el mapeo de la galería”. Ha señalado la regidora que la zona es conocida como “la zona de los areneros por nuestros antepasados. De allí se sacaba arena para vender, por ello no se puede hablar de cuevas sino de galerías de arena”.

Hundimiento en un patio de la calle Matadero

La alcaldesa ha informado de un nuevo hundimiento en la jornada de ayer martes, concretamente en un patio interior de una vivienda de la calle Matadero, que se encuentra justo detrás de las que se hundieron el pasado año en la calle Matadero. El informe geológico que se llevó a cabo tras el siniestro de año pasado determinó que había ocho fincas afectadas (las tres que sufrieron el derribo más otras cinco) por una galería de arena muy profunda y extensa. El patio que se hundió el martes, ha matizado la regidora, era la vivienda con más extensión de las afectadas según el estudio geológico. No hay que lamentar daños personales en el suceso de la calle Lope de Vega, que se circunscribió al patio de la casa. La familia, ha apuntado Jiménez, conocía el riesgo dado que las viviendas fueron avisadas “se les remitió el estudio geotécnico y les solicitamos que nos aportaran una evaluación técnica de cada casa”. Hasta ahora, ha dicho, no se ha atendo al requerimiento del Ayuntamiento.

Por precaución, ha continuado la edil, se decidió que las personas que vivían en la casa ocupada “no permaneciesen en la vivienda hasta que se llevase a cabo, al menos, una evaluación. Trabajamos para no poner a nadie en riesgo”. Al igual que se hizo con las familias de la calle Lope de Vega el pasado año, se ofreció a la familia de la casa de Matadero “las ayudas y recursos necesarios, que rechazaron”, pues tienen medios para alojarse.

Se está trabajando, ha insistido la edil, “en una valoración geotécnica que tiene que determinar como esta la zona. Una zona conocida por sus galerías de arena y que lleva muchos años edificada”. El Consistorio tomará todas las medidas pertinentes, ha dicho la alcaldesa, para garantizar la seguridad de los vecinos de la zona.