“Actos como éste son ideales para poner en valor los vinos de nuestra tierra”, manifestaba Inmaculada Jiménez que ha considerado fundamental defender “lo que somos y de dónde venimos y nosotros se lo debemos todo a la tierra. Por esta razón, tenemos que seguir apostando por nuestras bodegas, cooperativas y agricultores. Si a ellos les va bien, a Tomelloso le irá bien”. La alcaldesa ha felicitado a María Morales por  su reciente título de sumiller y al Restaurante Casa Justo “que tan bien ha sabido maridar estos vinos”

María Morales ha considerado un honor estrenarse como sumiller profesional en Tomelloso. “He defendido el nombre de mi pueblo todo lo que he podido y tras siete meses de formación como sumiller, aquí estoy para hacer mi primera cata oficial. Eventos como éste ponen en valor los vinos y los productos de Tomelloso que tenemos que defender y promocionar”. Carmen Teresa Olmedo agradeció la invitación “a una de las mayores catas que se han realizado en la provincia y desde luego el sitio lo merece. Tomelloso es tierra de vino y viñas y en esta cata dirigida por María Morales, la Junta tiene que estar presente. También en Fenavín, una feria que difunde la cultura del vino y potencia el consumo del vino. Castilla-La Mancha es la primera región productora, sin embargo somos los terceros en consumo. Hay que ser capaces de amarlo y beberlo. Aquí se van a catar excelentes vinos, pero el mejor vino es el que se comparte con los amigos o la familia”.

En la misma línea, José Manuel Caballero ensalzó la cultura del vino “un producto que tanto tiene que ver con nuestra historia, nuestros genes y nuestros orígenes. Un producto que tiene efectos saludables si se consume con moderación, que favorece nuestra economía y que contribuye a arraigar a la gente en el territorio. Tomelloso es prioritario en el mundo del vino, el mayor productor que, en la antesala de Fenavín, tenía que tener su protagonismo”.

Los secretos de la cata y del maridaje

Con su desparpajo y naturalidad conocidas,  una María Morales en estado puro fue enseñando los secretos de la cata en su fase visual, olfativa y gustativa deteniéndose en todos los detalles de un proceso que fue explicando muy bien. Tardó apenas unos minutos en conectar con unos catadores que celebraron sus expresiones, empatía y sentido del humor. Morales ofreció también  reflexiones muy interesantes sobre cómo acercar el mundo del vino a sectores de la población más jóvenes. Y acercando el mundo del vino a la gastronomía, señaló que “un sumiller debe saber algo de gastronomía y un chef también debe tener nociones sobre vinos para conseguir un buen maridaje”.

María ensalzó al Restaurante Casa Justo “por su trabajo y valentía en las propuestas que presenta a sus clientes”.  En la cata se produjo algún error involuntario a la hora de tomar los platos con el vino que correspondía, circunstancia que la sumiller supo dejar en mera anécdota y provocar nuevas risas entre los catadores. 

El Añil Fresh de Vinícola de Tomelloso, del que habló Ana Perales, se maridó con un lomo de sardina ahumada con crema de queso manchego  y pan carasatu; el Flor de Allozo, que presentó el enólogo de Bodegas Centro Españolas, Miguel Ángel Valentín; se combinó con una ensaladilla cremosa de gambas al ajillo; el Albae Malbec se maridó con lomo de orza en escabeche con asadillo manchego y alioli de tomate; el Verum Cencibel Roble se tomó junto a una carrillada ibérica estofada al vino con crujiente de patata y finalmente el espumoso Brute Natura de la Cooperativa Virgen de las Viñas se tomó con una exquisita torrija casera al aroma de limón y canela.