Las jóvenes presentadoras recordaron a las personas que nos dejaron en la pandemia, leyeron el extenso curriculum de la pregonera y aludieron al 25 aniversario de la Hermandad, entidad que impulsó el siempre recordado alcalde, Ramón González. Su mujer lo tuvo bien presente en su pregón. “Hoy pongo mi voz a quien impulsó hace 25 años la creación de la Hermandad de San Isidro, mi marido Ramón González”. 

Mercedes Moya recordó los nombres de la primera junta directiva de la Hermandad y consideró la del agricultor como una de las profesiones más dignas. Citó a García Pavón y, de nuevo, a su esposo que en una Gala de Viñadores manifestó que “Tomelloso es lo que es por el esfuerzo de sus gentes”, añadiendo acto seguido que  “sus primeros pobladores se conformaron con unos terrenos muy parecidos a su humilde condición. Pero una vez que trazaron el primer surco, firmaron la creación de un pueblo singular por su capacidad de lucha y esfuerzo”.

La pregonera analizó con rigor y datos las tres etapas de la economía de la ciudad, lamentando que la ciudad no tuviera suerte cuando se trazaron las principales líneas de ferrocarriles justo en el periodo que empezaba a despegar por el desarrollo del cultivo de la vid. Mercedes Moya aseguró sentirse orgullosa de ser nieta, hija y nuera de agricultores. “Ellos, que siempre están mirando al cielo, me enseñaron la sencillez, la honradez y el sacrificio”. Ensalzó el trabajo de la Hermandad por mantener vivo “el espíritu y la esencia de la agricultura de Tomelloso” y pidió al Patrón que proteja a los agricultores, “con lluvias calmadas y abundantes, cuidando la salud y las fuerzas que necesitan para su trabajo diario”. En otro pasaje de su pregón, hizo algunas reflexiones sobre la importancia del sector primario “sobre el que se construye el resto de la economía” y leyó pasajes del Himno de Tomelloso poner de relieve esa admirable evolución de un pueblo “que acabó siendo próspero, pero que nunca olvidó sus orígenes”.

El público aplaudió largamente a Mercedes a la que colocaron el típico pañuelo de yerbas tomellosero y entregaron un diploma conmemorativo. Por el mismo ritual pasó el Labrador 2022. 

Llegó después el turno de la música en el que la Unión Musical y la Coral interpretaron magistralmente la Cantata 147 de Juan Sebastián Bach; el Ave Verum Corpus, el Requiem Lacrimosa de Mozart y el Himno de San Isidro que ha compuesto José Antonio Sánchez Ballesteros. En un gesto muy emotivo entregó la partitura al presidente de la Hermandad, Manuel Ruiz. Fue el broche a una magnífica velada de devoción, prosa y música.