El viento no me trajo

el azul que esperaba aquella tarde.

Me trajo grises notas de tu distancia cruel, definitiva.

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Se marchará el dolor con la distancia,

mas el tiempo cultiva cicatrices.

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La Biblia, en el Libro de los números, cuenta como el profeta Balaam, yendo a maldecir a los israelitas sobre su burra, fue interceptado  en su camino por un, para él,  invisible ángel armado con una espada que, advertido, sin embargo, por la burra, evitó la muerte de Balaam apartándose tres veces del camino. Ante los desvíos,  Balaam castigó con el palo que llevaba a la burra por desviarse y como ésta le recriminara su proceder, lamentaba el profeta no tener espada con que matarla por su insolencia. Ante la actitud de Balaam, haciéndosele visible, le recriminó el ángel:

-¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? Yo soy el que ha salido a resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto y se ha apartado de mí estas tres veces. Y si de mí no se hubiera apartado, ya te hubiera matado a ti, y a ella la habría dejado viva.

Viene a cuento esta introducción bíblica, para entender mejor el siguiente chascarrillo que se cuenta de un empleado del museo Oxford, y que, como siempre, es susceptible de atribuir a cualquier guía turístico no muy documentado, pero con recursos.

“Un empleado del museo de Oxford enseñaba varias preciosidades á algunos caballeros, y llamando su atención sobre una vieja y mohosa espada, les dijo:

—He aquí, señores, la espada con que Balaan quería matar su borrica.

—Tenga V. presente, dijo uno de los oyentes, que Balaan no tenia espada, sino que deseaba tener una.

—Pues bien, señores, es igual, porque esta es la misma, mismísima espada que Balaan deseaba tener.” 

Pero nos viene ello al pelo para explicar el significado de una expresión, ya caída en desuso, pero que no  hace mucho he leído,  que decía “Era, o es,  como la burra de Balaam.”

¿Qué se quiere significar con  esta frase? En base al pasaje bíblico citado,  quiere indicar que  alguien que se tiene por no demasiado listo o inteligente da con la solución de un problema o resuelve una cuestión que los tenidos por normales no habían encontrado; “Ser como la burra de Balaam” se refiere a los que  a menudo menospreciados o considerados inferiores,  en ocasiones, son los que aportan la solución exacta que se necesita para resolver una duda o un problema.

Del mismo estilo que el chiste del empleado británico, es éste que se atribuye a un burgalés, guía de su magnífica catedral, pero cuya concordancia con las reliquias a que hace referencia es pura invención, ya que allí no se encuentra  la calavera de San Agustín, cuyos restos reposan, tras varios traslados (Hipona, Cerdeña, Pavía; nunca Burgos), en  un monumental mausoleo de blanco mármol de Carrara, en la basílica de San Pietro in Ciel d'Oro, de Pavía en Italia.

“Un francés vino á España con objeto de visitar los establecimientos más notables. Un día entró en la catedral de Burgos, y entre los innumerables objetos curiosos que le mostró el cicerone, lo fue una calavera de extraordinarias dimensiones.

— ¿De quién es esta calavera? preguntó el francés admirado.

—De San Agustín.

— ¿Y esta otra? añadió el francés, viendo una calavera diminuta.

El cicerone, que lo ignoraba, contestó con la mayor sangre fría:

—Del mismo santo cuando era niño.”

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Aquella juventud no era sino camino

y tránsito al ahora; cicatrices de acné

premonitorias  de  estas arrugas hondas

que surcan las mejillas de silencio y de  ausencia.

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Hay quien borda palabras en poemas.

Luego estamos los que zurcimos prosas.

Madrid, 11 de mayo de 2022.