Descubriendo Tomelloso

De los apellidos de Tomelloso (XII). Perales

Ángel Martín-Fontecha | Viernes, 30 de Septiembre del 2022
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Según los estudiosos de heráldica, el origen de este apellido hay que buscarlo en las cercanías de Laredo (Santander) de donde se extendería por el resto de Castilla.

Existen dos escudos de armas para este apellido. El primero, y principal, trae en campo de plata, un peral de sinople, frutado de oro, y dos lobos de sable empinados a su tronco, al que están atados por una cadena de hierro. Hay otro, de una estirpe más concreta de este apellido que en campo de plata presenta seis grajos, de sable, picados, de gules, bien ordenados.

Estamos ante uno de los apellidos que no forma parte de las familias tomelloseras con una importante trascendencia social en los siglos XVI y XVII; y su devenir histórico en la localidad comienza en el siglo XVIII consolidando una importancia social que nos llega hasta la actualidad. Nuevamente con la colaboración de Rafael Olmedo Pérez damos forma a algunas de las sagas que con este apellido han estado asentadas en la localidad.

A finales del siglo XVIII, en abril de 1793, siendo el cura de la localidad Don Francisco Tomás García, se personaron María Antonia Perales y Alfonsa Serrano, viudas de Gabriel Sánchez y Ramón Silvestre, ante el familiar del Santo Oficio de la Inquisición Don José Antonio Cepeda, para declarar ante el temor de verse implicadas en un acto de de superstición. En concreto, manifestaron que había oído a María Vallejo decir que su marido, Félix Morales, “tenia consigo una hostia consagrada que le había dado una mujer afirmando que trayendo consigo esta reliquia no le sucedería nada malo por los caminos”.

Aunque su influencia en Tomelloso no fue grande existe un título nobiliario, el Marquesado de Perales, que sí tuvo una gran importancia económica en localidades vecinas como Alcázar de San Juan, Manzanares o Herencia. El Marquesado de Perales, fue un título creado por el rey Felipe V y dado a Doña Antonia de Velasco y López de Moreda en San Ildefonso el 24 de septiembre de 1727. Esta mujer se casó con Don Ventura Fernández de Pinero Rodríguez de Ubierna siendo los ascendentes de un linaje que consiguió un gran poder económico por todo el reino.

Los siguientes Marqueses de Perales que tuvieron alguna importancia económica en la comarca fueron: Ventura Antonio Fernández-Pinedo Velasco (de 1749-1789), José Miguel Fernández-Pinedo González-Quijano (1789-1808), Antonio Fernández-Durán Fernández-Pinedo (1808-1833) y Manuel Fernández-Durán Pando (1833-1854). Con la desamortización perdieron todos sus privilegios, expropiaron sus propiedades y desaparecieron del panorama económico.

Sus ganancias no estaban, casi siempre, en la explotación directa de las propiedades sino en el arrendamiento continuado de las mismas a la mano de obra que pudiese pagar las rentas que el señor determinase.

Como ejemplo, en Herencia, en 1789 el Marqués de Perales era propietario de 1160 cabezas de ganado lanar (el segundo propietario local), en 1806 era el hacendado que más tierra de regadío tenía, en 1807 era uno de los dueños de los 11 molinos harineros de Herencia y además era “gran productor de cereales, uno de los mayores propietarios de ganado lanar y dueño también de varias huertas y viñedos”.

A comienzos del siglo XIX tenemos un personaje singular de la sociedad tomellosera del momento. Se trata de Juan José Perales Huertas, conocido como el “Abuelo Cuentas”, que se casó con María Josefa Moreno Morales (1810-1923). De este matrimonio nacieron seis hijas (y ningún varón). En aquellos tiempos los hijos varones eran los que participaban junto con el padre en las tareas del campo, por lo que Juan José Perales escuchaba constantemente los comentarios de sus paisanos recordándole la “mala suerte” de no haber tenido ningún varón:

—Juan José, ¡qué pena que no tengas ningún chico que te ayude.

¡ Pero él siempre respondía:

—Yo soy muy feliz con mis chicas, a no me digáis nada de eso que yo “mis cuentas me hago”.

Esta respuesta se hizo popular y fue la base del apodo popular que recibió.

Esas seis hijas fueron: Valentina Perales Moreno, casada con Juan José Serna Jiménez y padres de Concepción, Juan José, Julia, María y María Francisca Serna Perales; María Jesús Perales Moreno; María Francisca Perales Moreno, casada con Ángel López Lara y padres de María Jesús, Asunción, Juan José Antonio y Gracia López Perales; María Josefa Perales Moreno, casada con José Olmedo Román y padres de Teresa, José María, Florentino, Carmen y Juan Antonio Olmedo Perales; Anastasia Perales Moreno, casada con Justo Serna Jiménez y padres de Eufemia, Esperanza y María Josefa Serna Perales y, finalmente, Gracia Perales Moreno, casada con Gregorio Cañas Huertas y padres de Dolores, Ángela y Antonia Cañas Perales.

Y siguiendo con siglo XIX, nos encontramos al tomellosero Santos Torres Perales como inscrito de la Facultad de Farmacia (1864) en la Universidad Central de Madrid.

Este personaje, había nacido en la localidad en 1848, siendo hijos de Francisco Antonio Torres Cepeda (1811-1887) y Ángela María (1816-1876). Fue alcalde en dos ocasiones (1878- 1881) y (1883-1887) y contrajo matrimonio con María Paz Quirós Carranza (1849-1918). Santos y Paz Tuvieron dos hijos: Flora e Ismael, ejerciendo este último como Aparejador Municipal.

Hermanos de Santo fueron Rosario Torres Perales (1847-1934), casada con el médico Juan José Moreno Rodrigo, y Moisés Torres Perales (fallecido en 1912), casado con Concepción López López-Ortega.

A mediados del siglo XIX, en la lista de electores de Tomelloso tenemos a José Eulogio Perales, casado con María Anastasia Huertas y padres de Juan José, Juana y Maximina.

La descendencia de estas dos hijas fue: Juana Perales Huertas (1833-1891) casada con José Moreno Morales (1837-1892) fueron padres Faustino, Anastasia, María y María Josefa Moreno Perales; y Maximina Perales Huertas (1836-1889), casada con Rufino Jiménez Parra fueron padres de Rufino, Julián, Pedro, Florentina y Juan José Jiménez Perales.

Otros Perales con el derecho a participar en las elecciones del momento eran: Juan Lara Perales de Tomás (con domicilio en la calle Independencia) y Tomás Perales Sánchez.

Un acontecimiento que impactó en la sociedad tomellosera a comienzos del siglo XX tuvo en uno de los protagonistas el apellido Perales. Tras una serie de robos, en febrero de 1901, en unas casas de campo fueron detenidos tres vecinos de la localidad sospechosos de los mismos (José Cruz Peinado Herreros, Francisco Eladio Cobo Lara y Juan Cobo Martínez).. Sin embargo, pese a ser condenados a tres años de prisión en el Penal de Ceuta luego se comprobó que estos tomelloseros eran inocentes siendo liberados en diciembre de 1904. Pues bien, los robos que dieron lugar a estos sucesos se produjeron en las casas denominadas “La Cascarilla” siendo propiedad de Indalecio Perales y su madre Doña Ramona Díaz.

Nacido en 1876 tenemos a un personaje muy importante en la sociedad tomellosera del momento, se trata de Don José María Perales Ortiz, hijo de Antonio y Nicolasa. Siendo muy joven creó una empresa de venta y comercialización de vinos denominada “Bodegas de Santa María y San Antonio” en el actual Barrio de San Antonio. Desde entonces tuvo una gran importancia en la actividad local como cosechero e industrial, y además con un gran peso político. Fue Teniente Alcalde en 1929 participando en la proclamación de la Segunda República en 1931. También ocupó la Alcaldía de forma provisional, durante tres meses, con la dimisión del alcalde Don Urbano Martínez. Además, perteneció a los Comités Provinciales de grandes políticos de la época como Miguel Maura o Melquíades Álvarez.

Don José María Perales falleció en septiembre de 1949. Unos años antes, el 27 de junio de 1934, por acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Tomelloso se había puesto su nombre a una calle en la localidad que anteriormente era denominada Travesía de Sancho Panza.

De la actividad vínica desarrollada por este tomellosero tenemos un magnífico vestigio en la bodega y cueva de la familia Perales en el Paseo de San Isidro de Tomelloso. José María Perales fundó la bodega en el año 1900 y la cueva se hizo unas décadas después en 1929. Actualmente en la parte de arriba se conservan las primitivas tinajas de barro y en la de abajo son de cemento.

En la “Guía de Tomelloso” editada en 1915 nos encontramos como Exportador de Vinos a Don Juan Antonio Peinado Perales y dentro de las Bodegas la de “Perales y Fernández”.De mediados del siglo XX, la memoria de esos hombres que, como estraperlistas “de supervivencia” traían comestibles, a lomos de sus bicicletas, desde Jaén para que los suyos pudiesen comer. De estas experiencias tenemos el libro “Una tierra por vencer” del tomellosero Tomás Perales Benito, donde narra las peripecias como estraperlista de la particular “banda” formada por los tomelloseros Tomás Perales Román junto a los hermanos Julián y Crescencio “los gorrinillas”.

En este siglo XX nos encontramos con un tomellosero con una importante actividad social en la localidad muy relacionada, entre otros aspectos de la vida municipal, con la actividad taurina local del momento y que tuvo entre sus principales logros conseguir la aprobación de una nueva Plaza de Toros en Tomelloso (año 1972). Se trata de Don Antonio Perales Ortiz (nacido el 1 de diciembre de 1902), hijo del detallado anteriormente bodeguero José María Perales, del que, a mediados del siglo XX ya se hace eco la prensa provincial cuando el 22 de Septiembre de 1951, el Diario Lanza, muestra un escrito presentado por este personaje descrito como “un gran aficionado taurino y Presidente de la recién creada Peña Taurina”.

Ese escrito, bajo el título de “Anhelos de Tomelloso”, expone la razón de ser de la recién creada Peña Taurina y que a modo de resumen indica que es “animar el espíritu que bien precisamos, en esta nuestra querida Patria chica, y con ello, ver el medio de constituir un numeroso grupo de señores de responsabilidad moral y material, con el solo fin de reconstruir este ruinoso y decano coso taurino”. Así con el objetivo de construir un nuevo coso taurino solicita el apoyo de “muchos aficionados que aman y quieren con inmenso espíritu taurino nuestra fiesta” confiando en la cooperación social y económica de los mismos para conseguir “enaltecer con pleno embellecimiento nuestras honorables ferias tomelloseras”.El compromiso de este tomellosero fue tal que la prensa provincial siguió de forma exhaustiva todo lo concerniente al proyecto de la construcción del nuevo coso. Tuvieron que pasar algunos años hasta que la Nueva Plaza de Toros fuera una realidad, pero sin el esfuerzo denodado de Antonio Perales y aquel “puñado de hombres de buena voluntad” que constituían la Peña Taurina no hubiera ido posible.

Fallecido en 1969, no pudo ver el nuevo coso terminado ya que éste fue inaugurado en 1972.

No hay por menos que seguir con esta saga familiar, pues un hijo del citado Antonio Perales (casado con Anastasia Ramírez Caba) es Don Luís Perales Ramírez. Nacido en junio de 1939, se caracteriza por haber llevado a cabo una intensísima vida social que le ha llevado a ostentar la presidencia en diferentes asociaciones con el vínculo común de gestionar recursos y servicios para las personas con discapacidad. Como muestra, su labor como presidente de AFAS (Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad), desde 1978. Además de esta destacable labor en entidades de integración y normalización social hay que unir el ostentar las presidencia de de diferentes cooperativas (Sertyman o Cogama), estar vinculado en los orígenes de Vinícola de Tomelloso, así como ser presidente, en 2013, de la Fundación Cadisla (un centro especial de empleo donde un alto porcentaje de la plantilla son personas con discapacidad) .

En la siguiente generación de esta saga familiar nos encontramos con Don Luís Antonio Perales Casajuana (hijo del anterior Luis Perales y de Josefa Casajuana), abogado de profesión y actual Presidente de la Peña Taurina de Tomelloso. En este 2022, desde la presidencia de la peña, se están desarrollando los actos conmemorativos de los 50 años de la inauguración de la actual Plaza de Toros de Tomelloso.

Otra rama de esta estirpe de los Perales, como término de este paseo histórico del apellido en Tomelloso, es la de Antonio Perales Ramírez (hijo y hermano de los ya mencionados Antonio Perales y Luís Perales, respectivamente). Este tomellosero, nacido en 1941, ha ejercido como enólogo, corredor de comercio, profesor, notario… y en su facera literaria ha publicado los libros “El palabrero tomellosero… y algo más”, “Retazos de vida” y “Obras casi completas”. Casado con Gorita López Sánchez, han tenido nueve hijos. Una de sus hijas, Eloísa Perales López, desde hace unos años desarrolla un proyecto de producción ecológica en un enclave histórico del término municipal tomellosero, Las Balsillas”. Así en la denominada “Granja La Barja” se establece el compromiso de expandir los valores sostenibles de una educación ecológica a la sociedad a través de la naturaleza de sus productos. Una hermana de Eloísa, Ana Perales, es la autora de las fotos de la bodega familiar que ilustran esta monografía.

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