La Solana intentaba entrar por bandas, pero todo y que a veces conseguía progresar por el carril no encontró nunca un rematador a sus centros. Por lo que la segunda ocasión de la tarde también sería albaceteña, cuando en el 20´ una gran jugada personal de Josemi no llega a rematarla el delantero centro Valverde por milímetros. Los hombres de Peñalver cada vez estaban menos cómodos en el campo y adolecían de verticalidad, mientras que por contra los pupilos de José Luis Fuentes ahora controlaban mejor la pelota y dominaban en lo territorial. Así a la media hora el Villarrobledo rondó por tercera vez el gol, esta vez una jugada entre Marcos Moreno y Valverde cuyo remate final no cogió puerta por poco. En el cuarto de hora final del primer periodo los amarillos no dejaron de defenderse, pero lo hicieron con mucho orden y acierto, sin pasar por mayores sustos, por lo que al paso por los vestuarios el marcador no se había movido.

La segunda mitad sería bastante parecida a la primera, con el Villarrobledo un poquito mejor, pero sin conseguir hacer daño a una ordenada La Solana. La primera ocasión llegó muy rápido, en el 47´ con un saque de esquina botado por el especialista visitante Josemi que Biho remató con la testa. La Solana reaccionó con acercamientos de Juli, pero las mejores serían foráneas. Así y todo, el choque siguió siendo cerrado e igualado, incluso monótono en ciertos momentos, pero tendría un final espectacular. En el 83´ el Villarrobledo tuvo la mejor de toda la tarde con un centro de Miguel Serrano a Álvaro Collado, pero Jesús Monreal detuvo con una gran mano.

A partir de ahí el partido se rompió por completo y más cuando La Solana decidió irse arriba con todo, de hecho, pudo marcar en saque de esquina donde Ingoma rozó el gol. En el 88´ el visitante Biho también pudo hacerlo tras un rechace, pero en el 94´ en una jugada de Ingoma dentro del área en pleno forcejeo con Biho el colegiado terminó señalando el punto de penalti. La pena máxima se encargó de lanzarla un Pirri que para desesperación de todos se topó con Pablo Rodríguez, que adivinó la trayectoria y tocó la pelota dando ésta también en el larguero. La Moheda lamentaba la ocasión inmejorable cuando uno más tarde presenciara el último golpe de efecto, en una acción de Ángel Luis con centro que peina Ingoma y ante el fallido despeje de Didier aparece Vicente para remachar el gol bajo el delirio de la parroquia solanera.