Rosa María García Gallardo atiende con su habitual empatía y cercanía a la clientela que acude a su tienda de la avenida Antonio Huertas en Tomelloso. Los amantes de la buena gastronomía saben que aquí encontrarán productos de calidad, una gran variedad y el asesoramiento profesional de una mujer que disfruta haciendo bien su trabajo. El cliente camina sobre seguro en una tienda en la que encontrará un amplio surtido de alimentos de Tomelloso y del conjunto de la región, elaborados con la pujanza y buen hacer de un sector vital para economía de la zona.

La tienda “Hijas de Gabino García” encarna a la perfección el espíritu con que la administración regional creo la marca de garantía “Campo y Alma” que agrupa a productos de calidad diferenciada de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas.

Nos atiende en su establecimiento con su habitual jovialidad, al tiempo que sirve a los clientes que van llegando. Por los ventanales, asoma una tarde casi primaveral que genera mucho ambiente en la avenida.

—¿Cuándo abrió sus puertas la tienda Hijas de Gabino García?

—En el año 1992, mi padre abrió la tienda y luego tomamos el testigo mi hermana Carmen y yo. Siempre hemos estado aquí en el número 84 de la avenida Antonio Huertas.

—En la atención al público se turna con su hermana y abren todos los días ¿no es así?

—Abrimos todos los días, de lunes a domingo, desde las diez a las dos por la mañana y de cinco a nueve por la tarde. Descansamos solo el domingo por la tarde.

—Su familia tiene una larga tradición y relación con el queso ¿no es así?

—Cuando mi padre decide montar la tienda es precisamente por este motivo. Mi padre era ganadero y hacía queso. Lo primero que entró en la tienda fue el queso de la Cooperativa de Ganaderos Manchegos de la que mi padre fue uno de los fundadores. Y muy relacionado con el queso está el mundo del vino, mucho más en Tomelloso donde tenemos varias bodegas punteras y buenas marcas de vino. Posteriormente hemos ido introduciendo otros productos típicos de la Mancha como aceites, dulces, encurtidos, vermuts, embutidos, miel artesanal, ensaimadas…

—¿Qué productos podemos encontrar en su tienda?

—Intentamos tener, principalmente, todos los productos que se elaboran en Tomelloso que es lo que más nos demanda la gente que viene de fuera. Los propios clientes son los que nos van marcando la oferta y vamos introduciendo cosas nuevas. Tenemos productos de otros muchos puntos de la región como miguelitos de La Roda, tortas de Alcázar que también se piden mucho, berenjenas de Almagro…

—De un tiempo a esta parte parece que la gente se preocupa más por su alimentación y de ahí el nacimiento de iniciativas como Campo y Alma de la que su tienda es uno de sus mejores exponentes…

—Con el paso de los años he visto que la gente se cuida más y demanda productos de calidad. Hay gente que hace deporte o simplemente personas que velan por una vida lo más saludable posible que cuidan al máximo su alimentación. Y llama la atención la gran cantidad de personas jóvenes que demandan estos productos.

—Tiene clientes de Tomelloso y de otros muchos lugares ¿verdad?

—Sobre todo los tomelloseros que viven fuera son los que más vienen. Aprovechan fines de semana o periodos de vacaciones como en la Feria, Semana Santa o Navidad. También tenemos otro perfil de cliente que viene de viaje o que pasa por la ciudad y que hace parada en la tienda para llevarse algunas cosas. Mucha gente que está en Ruidera pregunta en los hoteles donde pueden comprar buen queso y los derivan a nuestra tienda. El queso manchego se demanda muchísimo.

—Juegan baza del asesoramiento y servicio cercano porque la venta on line también ha llevado al sector de los alimentos…

—La venta ha ido cambiando con el paso del tiempo. La venta on line es muy cómoda porque la pides y a las 24 horas la tienes en casa. Pero hay clientes que buscan esa confianza, consejo y asesoramiento. Depositan toda la confianza en el vendedor sobre el producto que busca, un determinado tipo de vino, un queso con unas características concretas, un aceite y eso les da un plus de tranquilidad porque saben a ciencia cierta lo que se llevan.

—¿Considera que se promocionan bien los productos de la tierra por parte de las instituciones?

—Se ha hecho un esfuerzo importante en ese sentido, ahí esta la iniciativa Campo y Alma, pero hay que seguir. Se trata de vender nuestros productos que son de una excelente calidad, muchos de ellos elaborados de forma artesana, que también se valora mucho. Hay que llegar a más gente y con las facilidades que tenemos ahora con internet y las redes sociales es perfectamente posible. Tenemos mucha calidad, pero la asignatura pendiendo es la comercialización venderlo mucho más. Nosotros somos tienda especializada y formamos parte del proyecto Rutas del Vino que es una gran idea.

—Usted es una gran deportista, ¿le cuesta compaginar deporte y su trabajo al frente de la tienda?

—Me levanto a las seis de la mañana para entrenar. Voy al gimnasio y luego cojo la bici, después me ponga a trabajar. Tengo la tranquilidad que mi hermana a las diez ya está en la tienda y eso me da cierto margen de horario. Pero la clave es madrugar y así me da tiempo a todo.

—¿Vienen muchos deportistas a su tienda?

—Sí, sí, vienen muchos. Tomelloso acogió recientemente una prueba de ciclismo femenino y compañeras de un equipo de Fuenlabrada acudieron a por su vinito y queso. El día de antes de la competición no puede ser, pero cuando ya terminas, un vino acompañado de un buen queso es de lo más saludable.

—¿Piensa acometer algún nuevo proyecto al frente de su establecimiento?

—De momento, solo pienso en mantenerlo que no es poco. Hay mucha competencia y ya no existe ese perfil de cliente fiel que si teníamos años atrás. Solo pienso en trabajar y ofrecer a la gente los mejores productos para que sigan confiando en nosotros.