La comedia saca todo el jugo posible de las risas con la historia de una familia que veranea en El Escorial y que tiene unos vecinos que no se llevan demasiado bien. Uno de los personajes acaba de publicar una novela sobre un crimen perfecto y quiere llevarlo también a la realidad lo que llevará la obra a las situaciones más rocambolescas y desternillantes.  Los cuerpos, con y sin vida, van entrando en un baúl que será el objeto central de la obra. Cuando los personajes iban levantando la tapa, las sorpresas se sucedían y también las carcajadas del público.

Los giros y el tono del lenguaje también contribuyeron al éxito de una comedia de hora y media de duración en la que intervienieron diez actores: Marga Albiñana, Trini López, Esther Montañés, Isabel López, Consuelo Bustos, Ana Isabel Villalta, Ana Belén Lozano, Candi Castellanos, Rosa María Sáez y Dolores Ruiz. Todos se sacaron de la chistera numerosos recursos cómicos con sus idas y venidas, carreras, peleas, gestos, aspavientos, canciones...

Al final saludaron al respetable bailando al ritmo caribeño de Juan Luis Guerra y el público les tributó una larga y sonora ovación. Se lo merecían porque en tiempos tan convulsos, la risa es oro puro.