Noble pero muy flojo fue el primero de Fermín, con el que Vicens destacó a lomos de caballos como Bético en una obra en la que agradó al tendido. Oreja. Destacó a lomos de Bético frente a un cuarto con más entidad y más vida que su primero. Dejó algún par de bella factura y cortó dos orejas.

Hizo lo que pudo Ángel Téllez ante un imposible segundo de Fermín, flojo y sin vida. Oreja tras estoquearlo. Otra condición tenía un quinto con el que selló buenos momentos especialmente al natural, donde sobresale siempre. Pero no hubo suerte con la espada.

Expuso de verdad Sergio Felipe ante su primero, un novillo cuajado al que selló un quite por gaoneras de máximo temple. Sorprendió con creces en ese momento. Y tras ello selló series de pleno gusto y trazo de bajo. El final por bernadinas fue de tragar quina, pero todo quedó en un único premio por el fallo con los aceros. No fue nada fácil el sexto, cada vez más a menos y con muchas teclas que logró tocar el manchego.

Y para el público uno de los aliciente fue ver al banderillero de la ciudad, Miguel Ángel Ramírez, que estuvo realmente bien.

Reportaje fotográfico de Francisco Navarro