La madre Tierra: Gea. Enorme
“bola”-burbuja-invernadero, donde no para de “rodar” la vida… Gigantesco “organismo”, que dijera Lovelock;
describiéndolo como un ente vivo, autorregulado; dinámico, en continuo movimiento, sometido a
constantes transformaciones de origen externo e interno… En la mitología,
(terraplanistas en todos los tiempos) suele aparecer como una deidad femenina,
fecundada por el cielo. El planeta tierra, es un astro rocoso, el tercero de un
conjunto, que orbita, en trayectoria elíptica, alrededor de la estrella Sol. Su
origen, según los investigadores, dataría de hace unos cuatro mil seiscientos
millones de años, por aglomeración de materia sometida a la atracción
gravitatoria. La capa más externa es la litosfera, que engloba parte del manto
superior y la corteza… Al principio de la formación— así lo apunta la ciencia
moderna—, no existían océanos ni masas continentales, ya que las temperaturas
eran superiores a la ebullición del agua…
La escala del tiempo geológico
del planeta Tierra, versados en la materia, la han organizado por eones, eras,
periodos… Era geológica—simplificamos, por varias razones, las divisiones
cronológicas—es cada una de las grandes divisiones de la historia de la Tierra:
Arcaica, Primaria o Palezoico; Secundaria o Mesozoico; Terciaria o Cenozoico,
Pleistoceno— Cuaternario, Holoceno… En
la “franja” del Pleistoceno (dos y un millón de años), se desarrolla la especie
humana… En el Cámbrico (250 m. a. +-) del Palezoico, se produce la gran
explosión de la vida…; dando origen a cianobacterias…; a un sinnúmero de seres
vivos: trilobites (artrópodos) pólipos, medusas, precursores de los peces y
otros… Allí las leyes primordiales de las especies; la fecundidad incesante…;
permanente; estableciéndose la sucesión de los
individuos, asegurando la descendencia y estabilidad de la especie… En
el Mesozoico, reptiles, los primeros dinosaurios… En pleno apogeo de los
dinosaurios, en el Jurásico, aparecen las primitivas plantas con flores, aves y
mamíferos…
Por razones obvias, damos otro gran salto cronológico; hasta dar con los agentes que han venido modelando la superficie terrestre. El agua en sus estados: líquida, helada y también el vapor… La acción eólica (viento), los gases de la atmósfera; los cambios de temperatura-climáticos; procesos internos del planeta y la intervención de los seres vivos o “maniobra” antrópica… Dichos agentes modifican, lenta pero implacablemente, las distintas formas del relieve, con los procesos erosión, meteorización, transporte de materiales y sedimentación… Las rocas sedimentarias, nos proporcionan innumerables datos sobre su historia de formación; deposición de sedimentos y sobre los restos fósiles, testigos “vivos” del pasado más remoto… Desde la antigüedad hasta hoy, a los fósiles se les ha venido atribuyendo propiedades mágicas; empleándose como amuletos. Aristóteles veía en ellos tan sólo “juegos de la naturaleza=ludi naturae”. Ahí, entre otras ramas de la ciencia, entra en “juego” la Paleontología, ciencia muy apasionante, que requiere conocimientos de varias disciplinas y ofrece importante información a la biología, geología, arqueología…, al proporcionar datos con los que se puede “reconstruir” la historia geológica, permitiendo conocer la geografía, el clima…; de distintos entornos y ambientes, sedimentación y variabilidad geoclimática, a los largo de las dispares épocas de la Tierra.
En el periodo Triásico del Mesozoico, (225-180 m. a. +-) un gran mar va depositando sus sedimentos por el geosinclinal Bético, coincidiendo sus costas con lo que hoy se conoce como Campo de Montiel. Este territorio es un conglomerado de calizas, dolomías, arcillas, pizarras, margocalizas...; depositadas sobre un Ordovícico cuarcítico; con una extensión de unos 7.700 km2. . El mar Triásico (apuntan expertos en geología), se fue retirando hacia el Este, dejando una serie de lagos que evolucionaron con relación al clima reinante; probablemente de carácter árido. En el Jurásico, de nosotros entre 180-135 millones de años, es posible—dice la ciencia— que el gran mar no anegara, totalmente, esta zona. Si bien, el mar del Cretácico (135-70 m. a.) invadió La Mancha. Posteriormente, los mares de la Era Secundaria, se fueron retirando de la comarca y no fue invadida nunca más. Durante el Terciario, (alrededor de 70 m. a. +-) ciertos movimientos orogénicos, geoempujes de placas y masas terrestres, (disculpar tanto ringorrango en esta “gramática” de la Tierra) originaron la “Cubeta” de La Mancha, al hundirse parte del eje entre los Montes de Toledo y la Meseta conquense. Geobasculamientos en dirección SW., a finales del Terciario-Pleistoceno y principios del Cuaternario, irían configurando la red fluvial actual… Son los tiempos de la aparición del hombre y de una fauna y flora, parientes—inicialmente— de lo actual. Un ambiente húmedo y aumento de las precipitaciones, acrecientan la erosión, disolviendo, calizas, yesos y más estratos; originando, las fuertes turbulencias fluviales y escorrentías marginales, torcas, remansos, perfil y lecho fluvio-lacustre del río Alto Guadiana-Lagunas de Ruidera. Durante los periodos glaciales e interglaciales, se va efectuando una gradual deposición o fijación de carbonato cálcico, dando origen a las barras travertínicas o geoparedes de tobazo, que cercan y separan algunas lagunas de otras. Continuará.
Ripple Mark= Rizaduras: marcas
originadas por la acción del agua; en antiguos periodos geológicos, en los aledaños de la laguna del Rey.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Viernes, 9 de Mayo del 2025
Viernes, 9 de Mayo del 2025