Un año después de su última muestra, Lucía Martínez regresa a el Rinconcito acompañada por dos alumnas de las Universidad Popular. Señala la artista que la idea de la exposición surgió “de casualidad y del trabajo en clase”. Y es que, Natalia Moreno y Laura Migallón, que también se dedican a la acuarela, le trasmitieron el deseo de mostrar sus obras. Dado el éxito de la exposición “Cachitos de pigmento y luz” de Lucía Martínez, las animo a enseñar sus trabajos en la emblemática taberna “es un espacio que te da mucho reconocimiento y difusión, algo que a mí me gusta mucho”.

Como las dos alumnas no se atrevían a hacer la exposición solas se unió la profesora “y lo planteamos como una actividad de fin de curso. Y también como un proyecto de tres amigas”. Asegura Lucía Martínez que si la iniciativa es fructífera “la seguiré haciendo con más alumnos de la Universidad Popular”.

En “m3” predomina “el dibujo y la luz, no tanto la temática, que es diferente en las tres. Son esos dos vectores lo que nos unen”. Desde que expuso en El Rinconcito, Lucía Martínez no ha parado de crear y difundir su obra “sigo con la misma ilusión del primer día. Y con los mismos nervios, también. Eso quiere decir que la ilusión permanece intacta y esto te permite trabajar en cosas nuevas”.

Natalia Moreno es enfermera y lleva más de cinco años pintando, “empecé como algo terapéutico y al final me aficionado bastante a la pintura y le he cogido mucho cariño a la acuarela”. Se le notaba muy emocionada a Natalia Moreno horas antes de la inauguración de su primera exposición. Los paisajes urbanos, de ciudades europeas, son los motivos que priman en la obra que Moreno cuelga en El Rinconcito “cuando viajo, como también me gusta la fotografía, aprovecho las que hago para plasmarlas en mis acuarelas”. Confiesa que la dificultad de la acuarela es lo que la hace bonita.

Laura Migallón se siente “muy contenta” por vivir una experiencia “completamente nueva” para ella. Lleva dos años pintando, y al igual que Natalia Moreno, lo hace en la Universidad Popular con Lucía Martínez como profesora. Nos confiesa que no había tocado un pincel en su vida y que se apuntó a la UP “por hacer una actividad con mi madre, nos inscribimos las dos a la vez. Gracias a Lucía nos hemos ido quedando atrapadas en la acuarela”. A pesar de ser la técnica con la que más disfruta, a Laura Migallón le gusta también el dibujo con lápiz. La artista expone “un poco de todo, lo que me ha apetecido, no me he querido circunscribir en una sola temática”.