Para el estreno del nuevo campo vino a jugar uno de los históricos del fútbol de nuestro país, la Unión Deportiva Salamanca, que se impuso 1-2 a aquel legendario Tomelloso C.F. de los cuarenta que alineó a Orencio, Goyo, Fernández, Manchado, García, Sabater, Berrocal, Arjona, Escobar, Jaro y Andreu.  El primer gol lo marcó el salmantino Loren,  aumentó diferencias Urre para los visitantes  y Escobar fue el autor del tanto local. 

Bendición e himno. Cuentan las crónicas que el sacerdote, Juan Nuñez Cacho, bendijo la instalación en el centro del campo y acto seguido la Banda de Música entonó los acordes del himno nacional. Las gradas se llenaron y se dedicó un emotivo recuerdo al alcalde, Abelardo Contento, fallecido unos meses antes. Y en lo estrictamente futbolístico, emoción a raudales. Jaro estrelló un balón en el larguero y Manchado, lesionado, jugó toda la segunda parte de extremo, como figura decorativa, buscando  ese heroico gol del cojo que no llegaría.

El Municipal sería testigo después de inolvidables partidos de rivalidad con el Manchego, Ferroviario de Ciudad Real, Calvo Sotelo, Alcázar, Manzanares, Socuéllamos,  Herencia, La Solana, Criptanense, Pedro Muñoz, Villarrobledo, Almagro, Santa Cruz o Daimiel y vería a equipos del nivel y prestigio del Granada, Rayo Vallecano, Plus Ultra, Imperial de Murcia, Alicante, Talavera, Gimnástica Segoviana,  Badajoz, Cacereño, Diter Zafra, Iliturgi, Cuatro Caminos, Plasencia, Toledo, Recreativo de Huelva, Castellón, Lugo, Ávila, Conquense, Tenerife o Real Murcia, entre otros. También hubo años de convivencia y sana rivalidad entre dos clubes locales: el Tomelloso y la Atlética Castellana, 

Visita de los grandes clubes de la capital de España. El 2 de noviembre de 1949 rindió visita el Atlético de Madrid en un partido en el que se homenajeó al portero local, Orencio. Los rojiblancos, que solo cinco meses después ganarían la Liga Española, se presentaron con buena parte de su plantel de lujo y se impusieron 1-3.  Los aficionados pudieron ver a jugadores legendarios como Ben Barek, Miguel, Cobo, Hernández o Estruch. Un año después visitó el campo tomellosero un combinado del Plus Ultra y el Real Madrid con los míticos Zárraga y Molowny formando en el once de los merengues.

El hombre que da nombre al Estadio, Paco Gálvez, jugó en el Tomelloso en los años cincuenta y sesenta y llegó a jugar con Mozota y Miguelín integrantes de una de las alineaciones más recordadas, la que formaban: Ramirez, Neftali, Patiño, Vicente, Ramoni, Seage, Tomaseli, Garrido, Miguelín, Mozota y Tomasito. Un once de leyenda que jugó la final de la Copa de España de aficionados contra el F.C. Barcelona en Mestalla.  Fue precioso el camino a la final. El Tomelloso superó eliminatorias ante Alcázar, Atlética Castellana, Criptana y Renfe en la fase provincial;  al Carabanchel en la fase regional y tumbó al Salmantino, Kimber de Utrera y Lugo en la  fase nacional.

La aparición del Atlético Tomelloso y más derbis. Llegaría después la época de  los Reinoso, Antequera, Segovia, Juan Antonio, Puche, Jaime, los hermanos Sornichero, Candela que mantuvieron varios años al Tomelloso en una exigente tercera división, hasta el descenso en la temporada 1969-70. Tras años sin primer equipo, tomaron protagonismo los equipos de la cantera representados por la OJE y Educación y Descanso, fusionados después en el Polideportivo Tomelloso donde Gálvez siguió entrenando a la cantera local y José Andrés López Vázquez se multiplicaba con un trabajo descomunal en los despachos.  

El fútbol de categoría absoluta retornaría con el Tomelloso C.F. de Francisco Soria y el Atlético Tomelloso de Alejandro Carretero, que llegaron a enfrentarse en varios derbis. En los años ochenta, los aficionados locales verían una tacada de ascensos en categorías regionales, dos ascensos a tercera  división, uno de ellos con aquella máquina de buen fútbol que  construyó Emilio Cruz. El Municipal vería también dos ascensos a segunda B, el primero en la temporada 87-88 tras quedar campeón de tercera división y el segundo, en el año 2003, tras ganar aquel decisivo partido al Don Benito ante unos 4.000 espectadores en las gradas, una de las mayores entradas que se recuerda en el estadio. En el 2004 se pudo ver una final de la Copa Federación ante el Avilés también con gran afluencia de público. 

La gesta de la Copa del Rey y rivales de toda la geografía nacional. Para el recuerdo quedará aquella eliminatoria de Copa del Rey, año 1991, en la que el Atlético Tomelloso eliminó al Celta de Vigo entrenado entonces por Chechu Rojo. Treviño fue decisivo con sus goles en el Municipal y en Balaidos.  

De la época de segunda B quedarán para el recuerdo las visitas de grandes clubes como Granada, Getafe, Villarreal, Leganés, Toledo, Compostela, Albacete, Hércules, Real Jaén, Córdoba, Real Ávila, Pontevedra, Racing de Ferrol,  Ponferradina, Orense, Elche, Levante, Cartagena, Alcoyano, Hospitalet, Eldense, Mérida, Linares, Ceuta, Maspalomas, Alcalá, Pegaso o de los filiales de grandes  del  fútbol español como Real Madrid, Atlético de Madrid, Barcelona, Sevilla, Betis, Real Zaragoza, Celta, Real Oviedo, Mallorca o Sporting de Gijón. 

Dato curioso es aquella visita del Barcelona B en la feria del 91 con Busquet, Geli, Pinilla y un tal Pep Guardiola. Éste se proclamaría campeón de Europa solo nueve meses después en Wembley en aquella final frente a la Sampdoria. 

Un partido internacional  y varias finales. El Municipal también albergó, a finales de los setenta,  un partido del mundial universitario que enfrentó a Dinamarca y  Yugoslavia, también la visita de un equipo mejicano que se enfrentó al Atlético Tomelloso en duelo amistoso. También acogería partidos de los diferentes equipos femeninos de la ciudad como el Tomelloso CF, que llegó a tener alguna internacional absoluta en sus filas, el Sporting, el Atlético Tomelloso y el actual Unión, además de una final de la Copa de la Reina, una final del Campeonato de España de Selecciones Juveniles Autonómicas entre Cataluña y Castilla-La Mancha en la que jugaron Trashorras, Pablo Ibañez, Arteta y el tomellosero Lorenzo Ginel. En su vida más doméstica, el campo fue testigo de numerosos choques entre equipos de aficionados y, por supuesto, del devenir de los clubes de  cantera que llenaron también importantes páginas de la historia del fútbol local.

En la época más reciente, el Estadio sería testigo de otros dos ascensos a tercera división: en la temporada 2015-16 y en la temporada 2021-22, los dos protagonizados por el refundado Atlético Tomelloso. El primer ascenso fue directo tras ser campeón de grupo y el segundo vino tras ganar la eliminatoria de promoción al Cazalegas. Otro recordado éxito  en el Municipal fue el ascenso del Tomelloso CF Juvenil  a la división de honor en la temporada 2010-2011. Una generación de magníficos futbolistas cuyo único exponente  en el primer equipo de la ciudad actualmente es José Luis Morales. 

Grandes tardes ciclistas. El otro gran inquilino del Municipal ha sido el ciclismo. Grandes figuras del ciclismo nacional e internacional demostraron su clase en la pista para deleite de los aficionados que llenaban las gradas. Desde el gran Fausto Coppi hasta  Marino Lejarreta pasando por Bahamontes, Miguel María Lasa, Elorriaga, Perurena, Torres, Oliva, los hermanos Manzaneque, Anguita, Beltrán, Cerezo, Yañez, Ruiz Cabestany, Óscar Sevilla y otro ganador del Tour, Carlos Sastre, otro ganador del Tour, además de otros buenos profesionales que ofrecían una gran espectáculo en esas pruebas de eliminación y puntuación que hacían vibrar los aficionados . Casi siempre vinieron de la mano de aquel gran promotor del ciclismo que fue Pedro Marquina.  De la famosa pista de carbonilla se pasó a la actual y ahí dieron sus primeros pasos ciclistas tomelloseros que luego llegarían a la élite como Pedro Antonio Marquina, Francisco Cerezo o Ramón García España. 

Más disciplinas. Y otras muchas disciplinas acogió el denominado, desde el año 2016, Municipal Paco Gálvez: fútbol-sala, tenis, balonmano, baloncesto, tiro al plato y pichón, atletismo, tiro con arco y hasta algunas exhibiciones de motor.  Así ha ido escribiendo su historia el viejo campo que ha ido experimentado mejoras en sus instalaciones. Una de las más llamativas fue la construcción de la nueva tribuna, con capacidad para 1.800 espectadores, que sustituía a la primitiva, mucho más pequeña e incómoda; la instalación de césped natural primero y artificial después,  la construcción de oficinas para el Tomelloso CF que ahora comparten Atlético y  Unión, la instalación de las grandes torretas de focos, el arreglo de los accesos, la construcción de más vestuarios, la habilitación de una zona para conciertos detrás de la tribuna, el nuevo marcador electrónico y la remodelación de la torreta del antiguo marcador, el aspecto más singular y característico del campo, junto a los pináculos de la entrada. Muchas de estas reformas son recientes y han dado al viejo campo un saludable y rejuvenecido aspecto. Que sea por 75 años más.