El 7 de febrero de 1976 el obispo Juan Hervás decretó la apertura de la iglesia de la Sagrada Familia como filial de La Asunción. Al frente de la misma estuvo José Jiménez Escalona, durante cuatro años. Le siguieron Valentín Arteaga, Emilio Aguirre —con él el templo pasa a ser filial de Santo Tomas—, Luis Miguel Avilés y Alfredo Manjavacas. Fue, en 1988, Manuel Infante Téllez el primer párroco de la Sagrada Familia; en 2002 regresó José Jiménez Escalona y desde 2011 está al frente de la parroquia José Carlos Redondo.

Con la Eucaristía presidida por el obispo, Gerardo Melgar, y concelebrada por los sacerdotes, José Carlos Redondo, párroco de la Sagrada Familia y arcipreste de La Mancha Este y el tomellosero Santiago Rodrigo, han echado a andar los actos para conmemorar el primer cuarto de siglo del templo como parroquia. Los fieles han abarrotado la iglesia durante una ceremonia muy participativa, cargada de fe, emoción y recuerdos. Las voces del coro han contribuido a dar brillantez a la misa.

Un motivo de alegría

Durante la homilía, el obispo ha recordado que al igual que la de los Ángeles, la Sagrada Familia nació para dar servicio religioso a barrios alejados del centro de Tomelloso. “El obispo siente la necesidad de crear nuevas iglesias y darles los medios para que el Evangelio llegue a todos con claridad y los fieles tengan un lugar donde crecer en la fe y dar sus frutos”.

Ha subrayado Melgar que la conmemoración de las bodas de plata como parroquia de la Sagrada Familia es motivo de alegría “por los beneficios que hemos recibido”. El prelado, que ha incidido en que todos los cristianos están llamados a la evangelización, ha tenido “un momento de gratitud y recuerdo” tanto a los sacerdotes “que han pasado por esta iglesia”, como a “vuestros antepasados, que os iniciaron en la fe y en el amor al Señor. Ellos tuvieron mucho que ver en lo que somos hoy”.

José Carlos Redondo, al final de la celebración, ha manifestado que son pocos veinticinco años, “pero han tenido mucha vida”. El sacerdote ha incidido en que la Sagrada Familia es una parroquia joven, de vida joven a la que queda mucho por recorrer”. Un camino con el reto de la Sagrada Familia, construyendo familia y contrayendo fe. Los miembros de la parroquia han obsequiado a los asistentes con un aperitivo tras la misa.