Tras una primera parte completísima, manteniendo el nivel defensivo de la segunda parte de Cuenca, y mucho acierto en ataque con las finalizaciones de Dueñas y Jesús como hombres más destacados,  el 13-9 a favor de los tomelloseros al descanso, hacia justicia por el juego mostrado por ambos equipos. Ha sido un buen primer tiempo de los locales, con Alex trabajando muy bien en ataque y el sensacional trabajo en defensa de hombres como Uge, Huertas y el incombustible Mao. La ventaja ha podido ser mayor de no ser por la buena actuación del meta visitante, aunque de la misma manera, el meta local, Gerardo Rosillo, ha estado francamente bien. 

En la segunda parte los herencianos subieron el nivel varios escalones, reduciendo la diferencia  poco a poco, porque los locales seguían dejándose el alma en cada defensa y no estaban dispuestos a regalar ningún punto- Una vez consumada la remontada de los visitantes (20-21), los de Adrián Caballero reaccionaron de forma impecable tirando de raza y calidad. A falta de menos de 2 minutos para la finalización y con el marcador 25 a 23, llegó la polémica. La pareja arbitral, que hasta entonces habían tenido una buena actuación en un partido difícil de arbitrar, tomaron dos decisiones más que dudosas. Con el reloj parado por un tiempo muerto solicitado por el Bm. Herencia, expulsaron con roja al baluarte defensivo tomelloseros Uge, dejando con uno menos el resto del partido a los locales (Hay que recordar que en Villarrobledo una jugada idéntica, fue saldada con una decisión totalmente opuesta, se invalidó todo lo sucedido después de sonar la bocina). 

Y con el marcador 25 a 24 y apenas un pase después del saque de centro, amenazaron precipitadamente con juego pasivo. La última jugada, de  un posible 7 metros a José Juan, y hasta una posible falta en ataque de los herencianos, se llegó al empate casi sobre la bocina. Mereció más el Mecoval, pero lo sucedido en los 2 últimos minutos no debe empañar la gran labor del equipo. Un gran partido de balonmano el que disfrutaron los numerosos espectadores que acudieron en una desapacible tarde al Pabellón de la Ciudad Deportiva.