V. V. S., que lleva en prisión provisional por este caso desde su detención, el pasado enero, “ha hecho un reconocimiento expreso de los hechos” y ha posibilitado la rebaja de las penas en acuerdo con el ministerio público.

En el pacto alcanzado minutos antes del inicio del juicio, con el acusado escoltado por varios agentes policiales, no se han presentado otros atenuantes por drogadicción, según Mora.

Los hechos se produjeron entre los días 30 y 31 de enero cuando agentes de la Guardia Civil incautaron más de 5,3 kilos de cocaína y casi 400 gramos de cannabis, con un valor de más de 1,1 millones de euros y 2.553 euros, respectivamente, en el mercado ilegal, tal y como recoge el fiscal en su escrito de acusación.

Parte de la droga fue confiscada al procesado a media mañana del día 30 en un control de seguridad ciudadana cuando salía de la casa que tenía alquilada y que era donde guardaba importantes alijos para su distribución en pequeñas dosis.

Tras una vigilancia previa, el imputado fue interceptado en su vehículo cuando llevaba hasta quince envoltorios con cocaína alojadas en su cuerpo y en distintas partes del coche, con cerca de 35 gramos y un valor calculado de casi 8.000 euros.

Fue detenido antes de registrar, al día siguiente, su domicilio donde el ‘botín’ fue mayor para las fuerzas policiales.

En concreto, localizaron 24 bolsas con cocaína (5,2 kilos) en distintos puntos de las estancias -despensa, puntos muertos de una escalera, una tinaja y paredes- y dos bolsas de cannabis (casi 400 gramos), que hubieran supuesto más de un millón de euros en el mercado ilícito.