Ángel Arribas ha unido en su última novela “Don Quijote 4.0.
El último hatamoto”, nada menos que La Mancha, concretamente Tomelloso, y
Japón. Un libro, que se presentó este miércoles en la Biblioteca Municipal
Francisco García Pavón, en el que Alonso Quijorna, un tomellosero probador de
videojuegos, resuelve un caso en el que está muy presente la inteligencia artificial.
Intervinieron en la presentación de “Don Quijote 4.0” además
del autor, el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro; el cervantista Francisco
Javier Escudero Buendía y Santos Martín y Gema Cepeda como intérpretes, a la
guitarra y voz recitada, respectivamente. Acudieron al acto la concejala de
Cultura, Inés Losa y la de Servicios Sociales, Elena Villahermosa.
Entre bambalinas, Ángel Arribas explicó a los medios de
comunicación que La Mancha y el país del sol naciente tienen una importante relación,
apuntando en ese sentido que son miles los japoneses que visitan los molinos de
Campo de Criptana.
El autor adelanto a los periodistas, que el argumento de la
novela se inicia con Hanso Watanabe, un “hikikomori” de Kioto —uno de esos jóvenes
nipones que se encierran en su habitación durante medio año— al que sus padres
encuentran agonizando en su cuarto por no tomar bocado desde no se sabe cuando.
Watanabe desarrolla videojuegos, explicaba Arribas, una de las principales industrias
de Japón que mueve millones de dólares. Alonso Quijorna es un “betatester”,
probador de videojuegos, de Tomelloso, al no contactar con su jefe, establece
comunicación con los padres de Hanso que le informan de la situación del programador.
Asegura Quijorna, sigue relatando Ángel Arribas, que sabe lo
que le pasa a su jefe “dado que ha estado probando sus videojuegos y cree que
lo conoce”. El padre se viene a Tomelloso a resolver el misterio de su hijo ya
que “el nombre del juego que ha creado es Don Quijote 4.0”. A partir de ahí, “lo
que ocurre en el juego es lo que pasa en la vida real”, donde la inteligencia
artificial tiene un importante papel, también la futura web 4.0. Acabó el autor dejando dos preguntas en el
aire “¿Puede una inteligencia artificial enamorarse de su creador? ¿Puede un
señor de Tomelloso saber que está pasando a 17.000 kilómetros? Las respuestas
están en el libro”.
Tomelloso está muy presente en la novela
Javier Navarro destacó la producción literaria de Ángel
Arribas “dos libros en dos meses”. Agradeció al autor que, además, los
presentase en Tomelloso “y que me haya dado la oportunidad de participar en
ambas presentaciones”. El alcalde de Tomelloso subrayó que al iniciar la lectura de
una novela “que intenta hilvanar dos culturas tan aparentemente diferentes como
la japonesa y la manchega. Uno tiene la sensación de que quien lo ha escrito es
un genio o un loco”. Pero cuando el
lector concluye las trescientas páginas de “El Quijote 4.0” se da cuenta de que
“Ángel ha descubierto el nexo de unión entre las dos culturas, con esas
referencias al código bushido que se pueden descubrir en El Quijote”.
Un libro que trata temas de actualidad como el juego, el síndrome
de la puerta cerrada, o la prostitución, apuntó Navarro. La novela pone de
manifiesto “la importancia y, a la vez, el miedo, del uso de la inteligencia artificial
o la realidad aumentada”. Al final “se descubre que el autor no era un loco,
sino que es un genio”. Quiso recalcar el alcalde que a lo largo de las
trescientas páginas del libro, “Tomelloso aparece muchas veces, nuestras
calles, nuestras costumbres, las hostelería de la ciudad o la cooperativa
Virgen de las Viñas se citan en la novela”.
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Jueves, 2 de Mayo del 2024
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