Cuando llegamos a la zona de huertos de AFAS, junto al invernadero y el Centro Hípico, varios usuarios, empleados y algún ciudadano  andan en plena labor en una soleada, pero fría mañana de marzo. Será el sicólogo y coordinador de este proyecto, José Miguel Palacios, quien nos desvele los detalles de un proyecto de huerto urbano que nació hace tres años y que permite a las personas o colectivos interesados poder disfrutar de una pequeña parcela para el cultivo de frutas y hortalizas de temporada. 

El proyecto  es un ejemplo de accesibilidad e inclusión y  da un giro de ciento ochenta grados en el trabajo con personas con discapacidad “ya que son estas personas las que asesoran y ayudan  a la gente que cultiva los huertos sobre su mantenimiento, siembra y acondicionamiento del terreno. De este modo, se comparten espacios de trabajo y se rompe con la dinámica tradicional de que las personas con discapacidad sean siempre las perceptoras de los apoyos y servicios”, explica Palacios con el que recorremos los doce huertos que  se han habilitado.

El coordinador destaca el carácter abierto de un proyecto  “en el que ofrecemos un espacio natural al aire libre y de divulgación muy atractivo y que permite a cualquier persona conocer todo lo relacionado con el cultivo de frutas y hortalizas en un huerto a lo largo de un año”.  La época de mayor actividad llega en abril y mayo, “pero gracias a unos convenios que firmamos, el huerto permanece activo todo el año. Tenemos lista de espera para cubrir los huecos de gente que no quiere o no puede continuar”. Palacios diferencia dos tipos de clientes. “Personas jubiladas con conocimientos del campo que disponen de mucho tiempo libre y gente que quiere comer fruta y verdura sana, pero que no dispone ni de tiempo ni de conocimientos. Nosotros prestamos apoyo a las dos situaciones, pero sí pedimos  que la producción o el excedente que tenga se lo lleve a casa”.

José Miguel Palacios explica que a pesar del carácter agrícola de una ciudad como Tomelloso “hay gente que no tiene campo y le puede llamar la atención el mundillo del huerto urbano. De hecho, ha habido mucho interés. El tamaño, entre cincuenta y sesenta metros, es perfecto para una o dos familias. Según la temporada se siembra un cultivo u otro. En la etapa de primavera se planta tomate, pimiento, melón o sandía…y en la época de invierno se siembran las cebollas, acelgas, brócoli…Hay clientes que buscan semillas por internet y existe una gran variedad. Con agua el cultivo sale adelante sin problemas”.

La Huerta mantiene una estrecha colaboración con la empresa Tomiplant “que nos facilita la planta y nos ha ayudado a consolidar este proyecto de huerto urbano que despierta mucho interés por esa cultura de alimentación saludable. La gente se cuida cada vez más y esta es una buena oportunidad de producir alimentos sanos que van directamente de la mata a la mesa. No nos ha hecho falta promocionar mucho el proyecto porque ha tenido una gran aceptación”.

Remarca Palacios que aunque AFAS es una entidad privada, al mismo tiempo tiene ese carácter abierto que le hace interrelacionarse con la sociedad de Tomelloso. “Aquí puede venir quien quiera, nos gusta tener colaboradores y que el recinto tengo vida. De hecho, solemos tener visitas de colegios que vienen a conocer el centro hípico, el invernadero y este huerto. Además, intentamos  que los niños participen en la siembra y pasan un día estupendo. De algunas de esas visitas, han surgido docentes que se han animado a cultivar su huerto”.

Un completo servicio

La Huerta de Tomelloso ofrece un completo servicio que pone a disposición de los clientes los plantones y semillas, un sistema de riego individualizado, las herramientas que necesite y, mucho asesoramiento y formación para que el huerto esté lo mejor atendido y cuidado posible. El recinto está cerrado y vigilado por profesionales, lo que impide que nadie pueda tocar la cosecha de cada cliente. Todo encaminado a que el cliente disfrute de un espacio de ocio natural al aire libre para compartirlo con familia y amigos mientras trabaja la tierra de su huerto.

Palacios remarca que “cada cliente cultiva y gestiona su huerto a su manera, pero dispone de esos servicios comunes que le pueden ayudar”.  El reportaje finaliza con la sesión de fotos y el periodista puede comprobar la alegría y buen ambiente que se respira en torno a este maravilloso proyecto. Las plantas ya van creciendo y será en los meses de primavera cuando alcancen todo su esplendor.