Una línea mantenida de calidad en la presente añada 2023 a pesar de la incertidumbre en la última vendimia, con circunstancias delicadas tras un verano con sucesivas olas de calor. Lo que no ha sido óbice, según sensaciones del jurado, para que las bodegas manchegas hayan conseguido presentar unos vinos finalistas en su juventud, con gran expresividad frutal, franqueza y una acidez y frescuras adecuadas.

Desde el Consejo Regulador se fija este concurso como un respaldo al esfuerzo de sus bodegas por mantener la calidad embotellada con Denominación de Origen La Mancha, apreciando también la apuesta por la heterogeneidad varietal como reflejo de la diversificación comercial de mercados, en un contexto, si cabe, muy sensible a los estímulos y recientes vaivenes de la economía mundial.

En la cata final del pasado 26 de febrero, el jurado evaluó unos 42 vinos monovarietales (Airén, Macabeo, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Verdejo, Viognier) además de 7 vinos blancos coupage y 7 vinos rosados de la variedad tempranillo; 24 tintos jóvenes y tradicionales (monovarietales y coupage) además de otros 32 de paso por madera (robles, crianzas, reservas y grandes reservas). Todas las muestras participantes en el Concurso fueron sometidas a cata ciega con el modelo de ficha de cata homologado por el Consejo Regulador, equivalente a las utilizadas por la OIV. Además en dicha cata final, el jurado evaluó los vinos participantes con una app de catas, supervisados en todo momento por la notaria presente.

Por motivos de celeridad, subirán solamente a recoger el galardón aquellas bodegas que hayan obtenido la máxima distinción, un total de 34 Oros en las diferentes categorías.

El Concurso cuenta con el respaldo económico de Globalcaja bajo el paraguas de las figuras de calidad ‘Campo y Alma’ de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha.