Acudieron a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles miembros de la Hermandad de Jesús Pobre, también estuvieron presentes los concejales del equipo de Gobierno, Rocío Valentín y Jesús Lara. La presentadora señaló que “a quince días de la semana más radiante de nuestro calendario, se desbordan las emociones y se agolpan los recuerdos”. Noelia González recomendó “vivir de manera intensa la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús”.

Tras la primera actuación de Jesús Romero al cante, que emocionado dedicó su actuación a Ramón Navarro, y Alex Buitrago al tambor, Noelia González presentó a la pregonera, María Pilar Valentín Díaz, desgranando su exuberante currículum, que subió al altar “con emoción, y dispuesta a evocar, con sencillez y humildad, reflexiones y sentimientos de su caminar por la fe”.

Valentín fue tejiendo un emocionante pregón, utilizando como urdimbre la Hermandad de Jesús Pobre, la pobreza, la fe y la búsqueda de Jesús y como virtuoso hilo sus versos hechos palabra. Comenzó describiendo a la cofradía anfitriona “que simboliza la sencillez y la blancura en el alma”. Destacó Valentín con sus versos como el cofrade vive “la Pasión, Muerte y Resurrección, con fervor, desde el interior, desde el alma”. Unas celebraciones que “cobran sentido en la Pascua de Resurrección”. Recordó la poeta con sus versos la historia de una hermandad que crece “sensibilizado con el pueblo, con sus inquietudes y problemas, pero también con su alegría y gozo, ante los acontecimientos cotidianos”.

Calificó a la pobreza la pregonera como “injusta y deleznable”. La pobreza, precisó en otro verso “es la guerra, es la venganza, es la violencia”. Y ante todas injusticias el mensaje de Jesús llega “como lluvia primaveral en mi cara”. Un Cristo “despojado de mantos y cetro ampulosos”, al que Pilar Valentín quiere encontrar “en el día de cada hermano”. Y es que, proclamó, “la fe nos salva caminando, rompiendo las cadenas que nos atenazan”, porque “un mundo que cree, será mejor”.

La pregonera encuentra a Jesús “en un niño con mirada limpia” o en “un mendigo falto de ropa y con hambre, y sentí que allí estabas, pidiendo protección y auxilio”. Martillean los versos de Pilar Valentín sobre las conciencias proclamando que la escasez de hambre podría solucionarse en un mundo en el que la mitad derrocha. O señalando que hay otras pobrezas, “el hambre y la sed de justicia nos atenazan” y recalcando que “en las injustas guerras siempre es el pueblo el perjudicado”.

Busca Pilar Valentín mensajes en los salmos de un Señor “que protege al desvalido”, que nos guía por un sendero justo, acompañándonos con bondad y misericordia todos los días de nuestra vida. Para, al final, clamar su sentida oración a un Jesús Pobre al que pide acercarse “al hermano que pide comprensión y ayuda, envuelta en una capa de tolerancia” y saber llegar “al que sin gritar me llama”. El público recibió con un largo y sincero aplauso el pregón de Pilar Valentín que, como acertadamente dijo la presentadora “has convertido en palabras la luz de la fe”. Un pregón que se hizo corto a los presentes y como apuntó el presidente de la Hermandad de Jesús Pobre, “nos ha hecho vivir una noche emocionante”.