Familiares, amigos, compañeros y alumnos de Luis Ballesteros
López llevaron a cabo este domingo un homenaje al recordado maestro. Fue un acto sencillo y muy emotivo en el que
se celebró, por encima de todo, la amistad. Recorriendo las múltiples facetas
del homenajeado, los distintos momentos de su vida, los participantes en el
encuentro compusieron un puzle en el que quedó de manifiesto que Ballesteros
era ante todo una persona buena, en el sentido más machadiano del término.
Medio centenar de personas asistieron al acto, que condujo
nuestro compañero Francisco Navarro. Familiares, amigos, compañeros de docencia,
de la política —entre ellos el que fue alcalde de Tomelloso, Javier Lozano—, de
la vida sindical y alumnos acompañaron en las instalaciones de Cáritas en la
calle Tordesillas al merecido homenaje. Un encuentro propiciado por sus hijos Luis
y Laura, en el que entre risas y alguna lágrima, se recordó a una gran persona.
Ballesteros nació en Ciudad Real en marzo de 1952, de sus
primeros años en esa ciudad se encargó de hablar su amigo de la infancia Luis
Miguel Herreros. Recaló en Tomelloso en 1976 en el entonces colegio José
Antonio, ahora Maternidad, de su llegada —que no dejó a nadie indiferente— habló
Francisco Navarro. Manuel Arroyo, fue su inseparable compañero y Antonio Ropero
el director del San Antonio. La siguiente etapa docente de Ballesteros que
ambos recordaron con bellas palabras.
El domingo, entre muchas otras cosas, quedó clara su
cercanía a sus alumnos, la defensa insobornable de los más débiles. Javier
Grande, a quien dio clase en su siguiente capítulo de enseñante en el Félix
Grande, habló de su maestro al que dedicó un poema compuesto por él mismo. Su
última directora, hasta el día de su merecida jubilación —cuando lo sacaron a
hombros del Félix Grande—, Inmaculada Palacios, desgranó jugosas anécdotas de
un veterano maestro que siempre mantuvo el respeto por sus alumnos y la llama
viva de la rebeldía.
De 1991 a 1995 fue concejal de Deportes del Ayuntamiento de
Tomelloso. Le tocó la compleja tarea de desarrollar el Patronato Municipal de
Deportes y darle forma y contenido a la Ciudad Deportiva. De esa época habló
Luis Sánchez —al que acompañaron Carlos Blanco y Ramón Marta—, recordando sus
logros al frente de la Concejalía y su concepción del deporte como actividad
integradora y de aprendizaje.
De su etapa de municipalismo iba a hablar su compañero de
corporación José Vicente Galera, pero se centró más en el amigo, en su
debilidad por una buena conversación, señalando que fue un polemista de primer
nivel. Rosa de Paz, compañera de Luis en
FETE UGT, recordó su etapa sindical, en una época en la que todo estaba por
hacer. De los viajes a todos los pueblos de la provincia por las precarias
carreteras de entonces y de la lucha denodada por dignificar la profesión
docente.
A otro gran amigo de Luis Ballesteros, Jesús García-Chicote,
le tocó hablar de la última etapa de la vida del homenajeado, la de su
jubilación. Comenzó siendo poco jubilosa con el fallecimiento de su esposa y compañera
de toda la vida, María Dolores. Un periodo postero que, aunque fue injustamente
corto y doloroso, le permitió disfrutar de maravillosos momentos con sus nietos
y acudir a su tertulia semanal.
El acto acabó con la intervención espontánea de varios
amigos, que incidieron en su amor por la docencia, la defensa de sus ideales y
en que era una gran persona. Javier Cepeda culminó el homenaje con un poema
dedicado a su amigo Luis Ballesteros.
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Lunes, 29 de Abril del 2024
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