Los atletas del Manchathon protagonizaron una inolvidable y exitosa jornada en la Maratón de Zaragoza. Ocho atletas del club recorrieron la mítica distancia de los 42 kilómetros y 195 metros por las calles de la capital aragonesa. En un día poco ideal para correr debido a la excesiva temperatura del fin de semana , los manchathones cumplieron en la mayoría de los casos con las expectativas que llevaban.  El buen trabajo unido a la fidelidad en la metodología que busca la mejora progresiva del corredor, nuevamente ha dado sus frutos.

Paco Ramírez, José Antonio Fresneda, Jesús Quevedo, Pedro García, Adolfo Colinet, Domingo RomeroManolo Jiménez y Víctor Sierra demostraron ganas y espíritu de superación.  Al mismo tiempo, otros trece atletas hicieron la 10K. Estos fueron los resultados de la maratón:

PACO RAMIREZ –  3:01:03 – Md. Km: 4’17” – 14º en M50.

ESÚS QUEVEDO –  3:18:13 – Md. Km: 4’34” – 40º en M35.

ADOLFO COLINET –  3:34:08 – Md. Km: 5’04” – 98º en M45.

PEDRO GARCÍA –  3:34:08 – Md. Km: 5’04” – 76º en M40.

DOMINGO ROMERO –  3:38:51 – Md. Km: 5’11” – 29º en M55.

JOSÉ ANTONIO FRESNEDA – 3:44:41 – Md. Km: 5’19” – 93º en M50.

En la 10K los resultados fueron los siguientes:

FRAN FERNÁNDEZ DELGADO – 36:19

MIGUEL ÁNGEL ALCOLEA – 41:20

BEGOÑA MADRID JIMÉNEZ – 46:09

IRENE CARNICERO RODRIGUEZ – 48:53

JOSÉ EUGENIO ORTIZ GARCÍA – 48:56

PEPE SÁNCHEZ MONTERO – 49:41

PAQUI FRESNEDA ARRIBAS – 51:17

JOSEFINA LÓPEZ CARRASCO – 51:19

VANESA CÓRDOBA GUTIÉRREZ – 52:08

MARÍA LARA RUBIO – 54:08

DAVID PARRA CEPEDA – 54:14

MARTA ZARCO ORDÓÑEZ  – 54:37

ANA GEMA CANTÓN RUBIO – 54:37

Los testimonios de los participantes

Paco Ramírez expresaba lo que significaba para él su segundo  maratón. «No lo tenía en mente, ni me lo había planteado. No es de las maratones más conocidas, ni de las más populares. Pero Zaragoza merecía una oportunidad, creo que era el lugar y el momento…., y no me arrepiento». 

«Mis dudas sobre cómo afrontar la carrera se resolvieron en el km 1, aunque la cabeza me pedía calma, mis piernas querían batalla».

«Intento mantener toda la carrera el mismo o idéntico ritmo, no forzando mas allá de lo necesario pues son muchos los kilómetros hasta meta. Con mi compañero de carrera, nos adentramos en la parte más dura, donde tengo que agradecer la ayuda de Fran, quien nos mimó y llevó en «volandas» hasta meta. Los últimos 800 metros son espectaculares, mucha gente animándote, música, con pendiente favorable que me permite llegar a meta aún sin tener fuerzas.  Giro a la izquierda y entro en la Plaza del Pilar, pasando todos los arcos de meta, y dejando el crono en 03:01:03 (tiempo neto). 

José Antonio Fresneda, a pesar de haber sufrido durante la segunda parte de la carrera, logró demostrar la pasta de la que está hecho y que no hay que rendirse. Así nos describe cómo se sintió.«Comienza el año y no de la mejor manera, mis ánimos y mis fuerzas decaen y aunque no tenía muchas ganas de marathon, mis compañeros me animan. Poco a poco fui cogiendo ganas e ilusión, todo el entrenamiento de 12 semanas fue de buenas sensaciones»

"La carrera comenzó bien, a ritmo que nos marcó Fran, sin pasarnos, eran muchos los Km.Cuando llegué a media marathon no llevaba buenas sensaciones, el ritmo era duro y aún quedaba otra media. En el Km 28 empecé con calambres, seguí hasta el 30 más despacio para tomarme un gel y agua, pero el dolor no se iba».

«El cansancio y las emociones estaban a flor de piel, pensé abandonar, pero en mi cabeza llevaba a mis compañeros de entrenamiento y mi familia, que me ayudaron para llegar hasta ahí. Seguí sufriendo hasta el 39 donde me encontré a Fran que me acompañó dándome ánimos para seguir y llegar a meta muy emocionado acordándome de los míos».

Víctor Sierra pasó del sabor agridulce y resignación a la satisfacción de correr por y para los demás. «Tomé  la decisión de no poder tomar la salida en la plaza del Pilar de Zaragoza, pues una semana antes ni siquiera era capaz de correr durante 100 metros para acompañar a mis compañeros en el test previo a la carrera programado por nuestro entrenador Fran Fernández, el objetivo cambió por completo: pasé de la resignación de no poder participar en la carrera al deseo de, al menos, completar unos kilómetros para ayudar a cualquiera de mis compañeros».

«Tras tres semanas previas en las que solo pude completar 10 kilómetros, pues casi tuve más sesiones de fisioterapia que kilómetros durante los 21 días anteriores, el domingo 14 de abril pude cumplir mi segundo objetivo: si no podía correr mi maratón, al menos tenía que formar parte del maratón de mis compañeros».

«Y así fue. Desde el kilómetro 28 tuve el honor de acompañar a mi compañero Jesús Quevedo hasta el kilómetro 42, pues los últimos 195 metros merecía completarlos en solitario para su disfrute. Durante esos 14 kilómetros o ayudé en el ritmo, los avituallamientos y en hacerle ver que su objetivo ya estaba completado, que solo tenía que ponerle la firma y, sobre todo, disfrutarlo porque se acababa lo que tanto había luchado durante 3 meses».

«Sin duda, el momento en el que me permitió correr durante el último kilómetro con la ecografía de su pequeña Clara, la cual verá la luz en las próximas semanas sin ser consciente de que ya tiene un maratón, será uno de los momentos que jamás olvidaré. He corrido cinco maratones a mis 31 años, pero creo que en ninguno he tenido la satisfacción personal de correr por y para los demás, sin un objetivo propio, como he tenido en este. Y esto solo puede pasar en el Atletismo Club Manchathon».

Y por último, Miguel Ángel Alcolea, que corrió la 10K paralela, no quiso dejar de acompañar a nuestros maratonianos en los kms más duros del maratón. Su experiencia fue ésta:

«La experiencia en Manchathon para mí es buena,  sobre todo el compañerismo. Lo vivido en Zaragoza es increíble y aunque yo que hice la 10k, los entrenamientos para maratón los he hecho con los maratonianos.  La verdad es que me dio envidia la maratón,  pero mi cabeza estaba en bajar la marca (MMP) de  la 10k de Argamasilla de Alba de 41:53… y lo conseguí, bajé 41:20»

«Como la cabeza estaba fresca todavía,  mi camino era ir a buscar a los compañeros de maratón y hacerme otros 15k de liebre. Así fue,  los hicimos  con risas, que es como se llevan mejor los kilómetros. Los  últimos kilómetros de maratón fueron un poco duros, con subidas, pero lo importante era disfrutar y acabar».

«Muchas gracias a todos los que estuvimos en Zaragoza, al club A.C. Manchathon y en especial al compañero Domingo Romero,  al que “arrastré” y llevé a terminar hasta el final sus 42,195 metros».