Es muy fácil reanimarse dentro de la bebida y bien se puede identificar el individuo que solo mejora con un par de copas, debido a que estos son sus momentos, donde se sienten con fuerza, pero a la vez son hombres altamente inseguros, que no podrán brindarte nunca seguridad en ese momento, ni tampoco felicidad. Se aproximan a ti, halagándote, dándote a conocerte, como si tú fueras la única mujer más atractiva de la fiesta. Sé que se aproximarían a cualquier otra con el fin de evitar su propia dependencia. Y queriendo alcanzar un éxito, aún más del que, sin embargo, no lograría mejorar aún con su par de copas. A pesar de su desequilibrio, y rigidez, junto con la falta de saber estar en la soledad, pues no existe ninguna alternativa más allá de la capacidad de control… una vez que el equilibrio se pierde, el ser humano solo logra una sola acción, que es la frustración humana, donde todo se pierde. 

El hombre, cuando se encuentra inseguro de su destino, se mantiene en su posición previa, y se encuentra totalmente perdido a su voluntad, sin norte. Sin embargo, al lanzarse, siente sus debilidades, y se compadece de él mismo que es ese pequeño ser indefenso, que es el hombre dentro de la sociedad. Que no le brinda grandes o pequeñas oportunidades para recomponer su malogrado destino. Al inicio de una afirmación sería, de que se encontrase en una acción de rejuntarse, para lograr su equilibrio, se produce una situación ineludible y muy tajante. Se debe hacer lo necesario y el máximo esfuerzo de lograr todo, lo más allá de lo posible.

Todos tenemos conocimiento de que habitamos dentro de una sociedad, que goza de un bienestar constante en cuanto a su movimiento de inseguridad, la cual se conoce como la sociedad del bienestar. Sin embargo, a nadie se le ocurre afirmar que hemos alcanzado una sociedad plena, y con estabilidad dentro de la seguridad, que cada uno nos forjamos día a día. Y así somos los responsables en parte de nuestro destino.