¿Alguna vez han tenido
que preparar un discurso para una boda, una despedida, una conferencia o
cualquier discurso de distinta índole, que implique hablar en público? Lo
cierto es que, a cualquiera de nosotros, en un momento determinado, nos ha
tocado dar una charla o realizar algún discurso en público y realmente es una
tarea muy complicada; que con sólo pensarlo nos “entran los nervios” y el
estrés, especialmente cuando se trata de hablar delante de un gran auditorio.
Este es precisamente el
tema sobre el cual me gustaría hacerles pensar y si es posible dar algunos “tips”
(consejos) que nos sirvan de ayuda para mejorar en cualquier situación que nos
surja de este tipo. Se trata del “poder de la oratoria” o el arte de
expresarse con elocuencia, de forma clara y concisa, con un lenguaje no sólo
oral, sino también corporal, capaz de empatizar con el público.
La oratoria, como ustedes
sabrán, se fraguó en Grecia, donde reside la cuna de la filosofía y el arte por
antonomasia y desde donde salieron oradores de la talla de Sócrates, quien
tenía una escuela de oradores, Aristóteles, Epicteto, Pericles, etc. No eran
únicamente oradores de la política sino que también cultivaban otras
disciplinas, tales como la música, la geometría, la biología, la gramática,
etc. Constituyeron el germen de lo que
posteriormente se denominó, en el siglo XVI, el movimiento del Renacimiento, el
conocimiento de todas las disciplinas.
El arte de la oratoria,
hoy en día, ha evolucionado mucho en nuestra sociedad y se encuentra más cerca
de lo que pensamos. El arte de la persuasión o poder de convicción sigue
existiendo, no tenemos más que mirar hacia el continente de América, en los
EE.UU donde los líderes políticos realizan sus grandes debates poco antes de
las elecciones, al igual que aquí en España.
El uso de la oratoria es
un claro ejemplo de cómo está constituida nuestra sociedad, con la necesidad de
convencer a la audiencia, o a todo un país para tomar una decisión política o
estimular hacia una determinada intención de voto a sus ciudadanos. Otro
ejemplo, muy distinto vienen a ser los modernos influencers o You
Tubers e incluso en los Tik Tokers que están a la orden del día en nuestros
terminales digitales, aunque su oratoria dista mucho de la esencia de lo que
entendemos por ello. Actualmente prima la imagen, la audición, la escucha y los
mensajes por redes sociales que captan a nuestro público, mayormente jóvenes. Los
contenidos multimedia incorporados en internet tienen un poder inmenso dado que
las RR.SS llegan a todos los puntos del planeta.
Es innegable que la
comunicación ha tenido un poder increíble a lo largo del tiempo. Si hacemos un
pequeño periplo por la historia, reconoceremos a aquellos juglares y trovadores que nos embelesaban con
la palabra, contando las historias más maravillosas que jamás hubiéramos
imaginado, muchas de ellas en verso, auténticos poemas. Así es como comenzó el llamado STORYTELLING como principio de nuestra
oratoria actual, no es algo que se ha inventado, ya tiene años.