Las flores, ¡son tan bonitas!
Cualquiera de ellas que escojas:
amapolas, margaritas,
amarillas, blancas, rojas,
efímeras, duraderas
silvestres o cultivadas,
gustosas de ser mimadas
y al mismo tiempo ofrecer
un gran paisaje sin fin
a cualquier bella mujer
que se acerque hasta el jardín;
son preciosas las que quieras,
lo son mucho las locales
y no veas las extranjeras,
dignas de estar en postales;
pero además son locuaces
puesto que todas a una
llevan dentro sus mensajes,
dichos que no son fugaces,
primorosos como encajes,
valiosos como fortuna,
y sobre todo, veraces.
La rosa roja es amor,
un gran encanto, un primor;
el edelweiss es pureza
además de su rareza;
la gardenia, que es dulzura,
tiene una gran hermosura;
la camelia es inocencia
y el lirio es condolencia;
el amarillo amistad
y el girasol, con verdad;
tulipán un buen deseo
y la orquídea, así lo creo…;
la astromelia, que en su senda,
hay una hermosa leyenda;
también como despedida
para su viaje postrero,
como equipaje de ida
y con cariño sincero.
por mantenernos unidos
a los que ya no tenemos,
con tristeza y compungidos,
regalamos crisantemos.
Y así podría estar hablando
horas y horas de las flores,
por qué tanto y desde cuándo
les he dado mis amores.
Pero lo que mucho importa
es su gran diversidad
y que en su vida que es corta
nos muestren tanta beldad.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Viernes, 4 de Octubre del 2024
Miércoles, 2 de Octubre del 2024
Viernes, 4 de Octubre del 2024