Volviendo al duelo del primer equipo, el 0-7 encajado en la salida del tercero era un aviso para navegantes. Criptana se puso  a seis puntos, 39-33 y siguió limando la diferencia hasta quedarse a uno, 39-38, después de un parcial de 4-18 para los criptanenses que salieron con una marcha más, movieron el balón con rapidez y apostaron por una defensa zonal que le dio muchos rédito.

Reaparecían los fantasmas de otras malas segundas partes en los de casa, aunque un dos más uno de Boranov fue el principio de un nuevo tirón local que se fue a ocho de ventaja, 47-39. Pero los visitantes volverían a reducir la diferencia a dos en el final del tercer cuarto, 49-47. De los criptanenses tiraban dos jugadores que rindieron a gran nivel; Ochoa en la pintura ganando casi todos los rebotes y Violero en el perímetro, con gran porcentaje de acierto en sus tiros. En los locales, el empuje del siempre fiable Fernando Ramos, buena aportación del Boranov, lo intentó sin suerte Muñoz y estuvieron muy discretos el resto de jugadores.

A seis minutos y medio del final, Criptana se puso por delante, 53-55, y los aficionados locales que ocupaban media grada del San José empezaron a temerse lo peor. A poco más de cuatro minutos, se fue Criptana de ocho, 57-65, y Santos García-Muñoz pidió tiempo muerto.Pero ya no hubo tiempo para enderezar el rumbo de un partido en el que le acabaron pitando una técnica al entrenador auriverde.  Al final 71-78, otra vez, en una segunda parte que volvió a pasar factura.