El espectáculo, presentado por la prestigiosa Compañía Ibérica de Danza —que celebra sus 30 años de trayectoria artística—, se estructuró en dos partes bien diferenciadas. En la primera, Celebración, el público pudo disfrutar de una cuidada selección de coreografías emblemáticas firmadas por reconocidos nombres como Manuel Segovia, Antonio Najarro y Sara Calero, reflejo del rico legado de la danza española.

La segunda parte, la esperada Gaudí Dance Experience, ofreció una inmersión poética en la vida y obra del arquitecto catalán, a través de un lenguaje coreográfico innovador acompañado por una exquisita selección musical de compositores españoles. Flamenco, danza estilizada y neo-folk se entrelazaron en una propuesta que combinó respeto por la tradición y una mirada audaz hacia la contemporaneidad.

Fundada por Manuel Segovia y Violeta Ruiz del Valle, la Compañía Ibérica de Danza ha llevado su arte a más de treinta países, recibiendo elogios tanto de crítica como de público. La función en Tomelloso volvió a confirmar su capacidad para emocionar, sorprender y reafirmar que la danza, como la obra de Gaudí, sigue siendo un puente eterno entre lo popular y lo sublime.