Su pasión por el deporte nació a los 14 años, cuando una revista de culturismo captó su atención en un quiosco de Alcázar. Desde entonces, combinó su trabajo en el campo con entrenamientos autodidactas, utilizando pesas de cemento y aparatos fabricados por herreros locales. En los años 70, transformó la cámara de su casa en un gimnasio, que más tarde ampliaría, convirtiéndolo en un referente para generaciones de deportistas.

Felipe formó a campeones como Ramiro Ruiz, Diógenes López García y Salvador Ruiz, y su gimnasio fue punto de encuentro para atletas, artistas circenses y amantes del deporte. Su dedicación y humildad le valieron el reconocimiento en la Gala del Deporte de Tomelloso en 2024.

La capilla ardiente está instalada en el Tanatorio Virgen de las Viñas. El sepelio se celebrará el domingo 4 de mayo a las 10:00 horas en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva. Tomelloso despide a un hombre que, con esfuerzo y pasión, transformó la vida de muchos a través del deporte.