La entrevista con Inés de Limburg tiene lugar en Beat Wines,
un rincón acogedor que parece hecho a medida para hablar de poesía. A pesar de
su juventud, Inés muestra una madurez sorprendente y las ideas muy claras. Se
nota en la serenidad con la que responde, en la precisión de sus palabras y en
la forma natural en que va desgranando el origen de “Contando las olas”, su
primer libro.
Confiesa que está emocionada. No solo por el acto de este
viernes en la Biblioteca Francisco García Pavón de Tomelloso, donde la
acompañarán su tío Elías López Montero —autor del prólogo—, el editor Jaime
Quevedo y la concejala de Cultura, Inés Losa, sino porque siente que este libro
es el cierre de un duelo y el comienzo de una etapa nueva. “Se lo dedico a mi
prima María, que falleció hace tres años”, explica con calma. "Muchas de
las poesías hablan de ella, de nuestros recuerdos, de la naturaleza, de la
familia".
“La lengua en la que mi madre me enseñó el mundo de las
palabras”
Explica que lleva escribiendo apenas tres o cuatro años, pero
que lo hacía en secreto, "el primero en saberlo fue mi tío Elías”,
recuerda. Su entusiasmo le dio el impulso para seguir. Después llegó el apoyo
de Jaime Quevedo, convencido de que estos versos no podían quedarse en un
cajón.
La poesía, dice, le llegó muy pronto, en la escuela se
aprendía todos los poemas y devoraba libros sin tregua. De hecho, nos confiesa
que “las únicas asignaturas que se me daban bien eran Historia y Literatura.
Siempre soñaba con ser capaz de escribir un libro”. Pero no fue hasta la muerte de su prima María
(a la que dedica el poemario) cuando sintió “ese clic” que la llevó a escribir
en serio y “desde entonces, no he dejado de hacerlo”, confiesa. Escribe en
castellano, “la lengua en la que mi madre me enseñó el mundo de las palabras.
Ella siempre me leyó cuentos y poemas”. Aunque vive a caballo entre Bruselas y
Madrid, no duda: “escribo más fácilmente en español porque es el idioma en el
que aprendí a sentir”.
Sus versos no siguen siempre una métrica cerrada, pero
tienen un ritmo cuidado. Algunos los escribió en un día, otros le costaron
semanas. Habla de sus referentes: la poeta Diana Elffman, autora de “Entre dos
mundos” y Juan Vicente Piqueras, que reflexiona sobre la filosofía y la muerte.
“Me siento entre dos mundos, como Diana”, dice. Uno es Bélgica. El otro,
Tomelloso. En este último ha escrito en el jardín de su abuela, otro de sus
paisajes íntimos.
Herencia sentimental y artística
El libro está ilustrado con cuadros de su abuela paterna,
Elena de Orleans —uno de ellos en la portada— y de Jaime Perales, explica la
autora. Todo en “Contando las olas” habla de una herencia sentimental y
artística.
Inés Limburg toca el piano desde los trece años, de ahí, tal
vez, esa musicalidad que habita en sus versos. No descarta la autora escribir
otro libro, incluso en francés. Por ahora, no tiene prisa, “ahora sé que puedo
hacerlo”, admite. “Pero no quiero correr. La poesía me viene cuando viajo, cuando
observo a la gente o cuando estoy triste. De hecho, cuando falleció mi prima mi
psicólogo fue la poesía”.
Este viernes los amantes de la poesía tienen a las 8 de la
tarde una cita con Inés de Limburg Stirum y “Contando las olas”.
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Viernes, 16 de Mayo del 2025
Viernes, 16 de Mayo del 2025