El concejal de Agricultura y Ganadería, Pepe López de la Vieja, fue el encargado de abrir el acto, recordando el papel esencial del campo y el vínculo de la localidad con el trabajo agrario. “Los que viven directamente del campo están siempre mirando al cielo… así hemos estado también nosotros estos días. Pero a pesar del tiempo, hoy celebramos una fiesta que habla de nuestra identidad”, expresó el edil ante un público entregado.

El acto, al que asistieron la alcaldesa Sonia González, el Diputado Provincial Carlos Martín de la Leona, la presidenta de AMFAR, María Pilar, y miembros del Grupo Parroquial de San Isidro, reconoció a personas y familias que encarnan los valores de esfuerzo, innovación y continuidad en el mundo agrario.

Reconocimientos que ponen rostro al campo

El primer reconocimiento, en la categoría de relevo generacional, fue para los hermanos Julián, Miguel Ángel y Alejandro Mateos Grande, jóvenes que han tomado el relevo de la empresa agrícola familiar con una visión de futuro, espíritu de unidad y compromiso con la tierra.

En la categoría de joven emprendedor, se distinguió al apicultor Álvaro Rodríguez Salgado, cuya labor vocacional en la apicultura y respeto por la naturaleza lo sitúan como referente de una nueva generación rural comprometida con la sostenibilidad.

El reconocimiento a la mujer rural recayó en Vanesa y Cristina Valverde Carrasco, ganaderas y queseras que, desde niñas, han estado ligadas al cuidado del ganado y la elaboración artesanal de quesos, llevando el nombre de Argamasilla de Alba por toda España con su trabajo y tesón.

Una fiesta que mira al futuro sin olvidar sus raíces

La alcaldesa Sonia González cerró el acto destacando la consolidación de esta fiesta como una oportunidad para visibilizar y prestigiar el trabajo rural. “Es muy importante poner en valor y poner de moda, ¿por qué no?, el medio rural. En un pueblo eminentemente agrícola como el nuestro, directa o indirectamente, todos vivimos del campo”, señaló.

González anunció también que este año la tradicional tractorada contará con importantes premios, como 7.000 kilos de abono, y subrayó el aumento de patrocinadores y colaboradores como muestra del compromiso creciente de la ciudadanía con sus tradiciones.

La jornada concluyó con música, convivencia y alegría, en un acto que no solo rindió homenaje a quienes trabajan la tierra, sino que reafirmó el orgullo de Argamasilla de Alba por su identidad agrícola, sus costumbres y sus gentes.