El próximo domingo se celebrará en Tomelloso la novena edición de la Ciclodeportiva Francisco Cerezo, una carrera referente en el ciclismo aficionado de la región que, seguro, volverá a concitar mucha expectación; primero entre los participantes, que serán muchos y algunos de ellos con gran pedigrí; y también  entre los aficionados que siempre la esperan con impaciencia. La celebración de la carrera, que solo será competitiva en sus últimos cuarenta kilómetros, es la excusa perfecta para hablar con el ciclista que le da nombre, un Paco Cerezo que fue once temporadas ciclista profesional y que sigue ligado al deporte de sus amores  en diversas funciones en la Federación. En esta entrevista habla sobre la carrera y ofrece interesantes reflexiones sobre el ciclismo. 

-Ya van nueve clásicas con su nombre, todo un homenaje que le rinde su pueblo ¿no cree?

-Lo veo como un homenaje de las gentes del ciclismo y lo agradezco mucho, sobre todo a los responsables del Club Ciclista Sport Tomelloso. Trabajan francamente bien, cuidando al máximo todos los detalles.

-¿Participa usted en las labores de organización?

-Les asesoro y aconsejo cuando me preguntan sobre cualquier aspecto técnico, pero el grueso del trabajo lo realizan los directivos del club. Todo lo hacen ellos: permisos, búsquedas de patrocinios, diseño del recorrido, coches de apoyo y toda la logística que requiere la organización de la carrera. Les echo una mano en lo que me piden, pero todo el peso lo llevan ellos. Al principio les ayudaba más en el tema de papeleo y burocracia, pero le cogieron el tranquillo rápido y ahora también lo hacen ellos. Tanto con Víctor Onsurbe  como ahora con Miguel Ángel Sevilla, el club ha estado siempre en buenas manos.

-Un Francisco Cerezo que ha participado en todas las ediciones…

-Sí es verdad, y lo seguiré haciendo mientras las fuerzas me lo permitan. El domingo estaremos  ahí otra vez, siempre procuro acoplar mi agenda para estar en una carrera donde se respira un ambiente ciclista muy bueno.

-La ciclodeportiva que viene cargada de alicientes;  presencia de ex profesionales, nuevo recorrido, el homenaje que se tributará a Arsenio Vergara y un componente solidario a favor de la asociación TEAcompaño;  poco más se puede pedir ¿no cree?

- Es un día de ciclismo popular, de reconocimientos y también de dar un apoyo a esas entidades que hacen una labor social. En la prueba se reconoció en su día a personas como Pepe Moreno, Pedro Marquina, Tomás Romero, José Herrada y este año se recordará a Arsenio Vergara. Todos se implicaron de lleno en el ciclismo. 

-Hará mucho calor, ¿qué consejo daría a los ciclistas para soportar de la mejor manera las altas temperaturas?

-Poco les puedo decir aparte de que beban mucha agua. Afortunadamente, el club prepara un buen avituallamiento, tanto de sólido como de líquido y se  reponen bien las fuerzas. Es fundamental hidratarse bien antes y durante la carrera, y también protegerse del sol con cremas para que no aparezcan problemas de quemaduras. También es cierto que la mayor parte de la carrera es a velocidad controlada y hay menos desgaste que cuando uno va a tope desde el inicio.

-Un fin de semana completo para usted ya que un día antes tendrá lugar la Carrera de Escuela que organiza la peña que también lleva su nombre…

-Llevamos ya tres años organizándola el primer fin de sábado de junio y este año han coincidido. La haremos en la pista del Paco Gálvez y la gente podrá disfrutar en todo momento de las evoluciones de los chavales, desde promesas hasta infantiles.

-Está trabajando activamente en la Federación Española ¿en qué consiste exactamente su función?

 -Formo parte de la Comisión Delegada que es la que aprueba todos los campeonatos de España,  aborda las modificaciones de reglamentos, prepars todo lo que viene a través de la UCI o los presupuestos que luego tendrá que aprobar la asamblea. Y en la Federación regional soy el vicepresidente y director técnico y coordino el trabajo de los seleccionadores, los calendarios y recorridos de las pruebas de escuelas. 

-Su hermano Víctor también está desarrollando una importante labor como seleccionador regional de pista…

-Está trabajando mucho en la pista y lleva también los juveniles y sub-23 en carretera. Está entretenido.

-¿Echa de menos su etapa de corredor?

-Hace ya mucho tiempo de eso. Cuando me hablan de matar el gusanillo, suelo decir que ya lo maté cuando competía. Ahora, cuando veo a los ciclistas actuales,  me imagino el dolor de piernas y el cansancio que llevan y se quita de un plumazo cualquier tipo de añoranza. Pero  cuando te pones un dorsal en cualquier carrera cicloturista, te empieza a hervir un poco la sangre y aflora ese gen competitivo que siempre está ahí.

-¿Qué diferencias hay entre el ciclismo de su época y el que se practica ahora?

-Ahora todo está mucho más controlado porque hay mucho más medios y me refiero a todo lo relacionado con dietas, nutricionistas que marcan las calorías que tienen que ingerir los corredores cada día, con esas barritas energéticas que toman, en fin todo está milimetrado. En mi época ya empezó todo esto, pero ahora se lleva a su máxima expresión.

-Fueron once temporadas y los recuerdos serán muchos, ¿pero con qué se queda de su paso por el profesionalismo?

-Me quedo con eso, con los once años que fui profesional que no es nada fácil. Viví momentos preciosos, como ir líder de la Montaña en la Vuelta a Ciclista a España, aquel segundo puesto en el Campeonato de España de fondo en carretera en la época del Vitalicio; o ese segundo puesto en el Memorial Luis Ocaña y por supuesto todas las participaciones en el Tour, Giro y Vuelta. Siempre me sentí muy valorado por el trabajo que hacía y eso fue el detonante de ir al CSC para trabajar con Laurent Jalabert. Los directores también apreciaron ese esfuerzo y sacrificio que venían a ser mis señas de identidad.

-Vivió la época del gran Indurain con el que coincidió en algunas carreras…

-Tuve la suerte de vivir la época dorada del ciclismo. Me pilló la etapa final de Perico Delgado, Lemond o Fignon y luego el inicio y consolidación de Miguel Indurain. Vi de cerca sus grandes triunfos en un momento en el los ciclistas españoles estábamos muy bien valorados, éramos auténticos ídolos.

-En Tomelloso, cuna de buenos ciclistas  llevamos un tiempo sin referentes en la élite ¿cuál puede ser la razón?

-No es fácil llegar arriba. Una vez escuche un comentario sobre mí que decía que tampoco había hecho tanto. Y yo respondí que ojala venga otro y esté como mínimo la mitad de años que he estado yo. Ahora es más difícil ser profesional porque cada vez hay menos equipos para subir. En mi época había hasta doce, en los últimos años había solo ocho y en la actualidad hay solamente seis. En Tomelloso, hay mucho ciclista en el ámbito amateur, pero nos faltan corredores en la competición, en las distintas categorías tenemos solo ocho. A ver como evoluciona el juvenil Mario Valencia, también el cadete Alberto Ramírez y alguno más por ahí.