Transformar las palabras en hechos

Pedro Barato inició su intervención agradeciendo a la delegación local de ASAJA, encabezada por Emilio Rodríguez, la iniciativa de organizar una jornada de estas características. “El mundo agrario —ha afirmado— no se puede concebir sin la mujer, desde todos sus ámbitos: doméstico, diario y emprendedor. En Tomelloso hay muchas mujeres que lideran proyectos ganaderos, agrícolas y de transformación”.

El dirigente nacional de ASAJA ha defendido la necesidad de transformar las palabras en hechos, apostando por políticas eficaces frente a la despoblación y el abandono del campo. “Menos titulares en prensa y más acción real por esta España vaciada. Si hay que aplicar algún tipo de discriminación, que sea positiva. La mujer ha tenido más difícil llegar hasta aquí y merece las mismas condiciones. Es el complemento perfecto en el campo”, ha subrayado.

Hay que comprometerse con la gente que sabe lo que necesita el medio rural

Carlos Marín, presidente de los empresarios ciudadrealeños, apeló al arraigo cultural y al compromiso con quienes mantienen vivo el territorio. Así, ha afirmado que “las mujeres rurales son el alma de nuestros pueblos. Aunque no eran titulares de las explotaciones, sí eran el sostén del campo. Sin ellas, hoy no estaríamos donde estamos.”

Marín ha criticado las políticas gubernamentales que, según su visión, dificultan aún más la actividad de autónomos y agricultores. En ese sentido ha enfatizado que “se nos llena la boca hablando de la España rural, pero desde Madrid lo único que hacen es machacar al campo. Hay que dejarse de agendas y comprometerse con la gente que de verdad sabe lo que necesita el medio rural”.

La mujer es el presente y el futuro del campo-

Por su parte, Sonia González ha defendido el papel de la Diputación como agente vertebrador del territorio, subrayado el compromiso institucional con estas jornadas que ha calificado de fundamentales. Para González, “la mujer no solo es el presente del campo, también es el futuro. Si queremos fijar población, hay que contar con ella y diseñar políticas agrarias que vayan de la mano de hombres y mujeres.”

La también alcaldesa de Argamasilla de Alba ha aludido a los retos actuales del sector, como el incremento de los costes de producción o la competencia desleal, reclamando mayor implicación de las administraciones con competencia directa. Ha señalado en ese sentido que “la Diputación no tiene competencias agrarias, pero sí la obligación de ser altavoz de las necesidades del campo. Estas jornadas son esenciales para sentar a todos los agentes en la misma mesa.”

Los tres intervinientes han coincidido en que jornadas como esta no deben ser excepcionales, sino una herramienta permanente para construir un futuro rural más justo, igualitario y viable.