Debido a la lluvia, los más pequeños realizaron su recorrido en el pabellón del colegio, pero ni el mal tiempo restó entusiasmo a una jornada marcada por la generosidad y el espíritu solidario. Al finalizar la carrera, una voluntaria de Manos Unidas recordó a todos los presentes la importancia del lema elegido este año, subrayando cómo la desigualdad y la falta de oportunidades siguen creciendo en un mundo que, paradójicamente, experimenta avances económicos.

Durante el acto se hizo entrega a la organización del dinero recaudado, fruto del esfuerzo colectivo de toda la comunidad educativa. Un gesto que, una vez más, demuestra que mirar más allá de nuestras fronteras y actuar con empatía puede contribuir a construir un mundo más justo y próspero para todos.

El colegio ha querido agradecer profundamente la implicación de todas las personas que han hecho posible esta iniciativa solidaria, consolidada ya como una cita ineludible en el calendario escolar.