Representantes de numerosos Grupos de Desarrollo Rural de
Castilla-La Mancha, además del presidente de la Red Castellano Manchega de
Desarrollo Rural (RECAMDER), Jesús Ortega, asistieron en Tarancón a la jornada
‘Buenas prácticas de una Comunidad Energética Local. Por un modelo energético
sostenible y participativo’.
En el encuentro, organizado por la Federación para el Desarrollo
de la Sierra y Mancha Conquense (ADESIMAN), se puso de manifiesto el papel que
los Grupos de Desarrollo Rural pueden y deben jugar en la creación, el impulso
y las buenas prácticas de comunidades energéticas en el medio rural.
Las comunidades energéticas locales están formadas por
ciudadanos, pequeñas y medianas empresas y autoridades locales que se unen para
producir, consumir, almacenar, compartir o vender energía renovable de forma
colectiva y colaborativa, con el objetivo de obtener beneficios
medioambientales, reducir el consumo de energía y por tanto el coste de la
factura.
“Estas comunidades buscan empoderar a la ciudadanía, fomentar
la eficiencia energética y promover un modelo energético más sostenible”,
señalan desde ADESIMAN, uno de los primeros grupos que apostó por este modelo
de solución energética en el medio rural.
El presidente de RECAMDER, Jesús Ortega, ha hecho una
valoración muy positiva de esta jornada que nos ha permitido conocer de manera
detallada el gran trabajo realizado por ADESIMAN y cómo el éxito a largo plazo
de una comunidad energética depende de la adopción de práctica sólidas.
En este sentido, ha señalado que “los Grupos de Desarrollo
Rural deben ser clave en la transición energética, como lo son en otros
sectores, porque no podemos olvidar que están formados por agentes del
territorio, que llegan a todos los rincones y que están capacitados para
liderar cualquier proyecto beneficioso para el desarrollo de su comarca”.
Ortega ha recordado que la creación de comunidades
energéticas impulsa la economía local y genera empleo, además de reducir la
dependencia de los hogares y empresas de los pequeños pueblos respecto a los
grandes proveedores de energía, y de favorecer la movilidad eléctrica con la
instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Asimismo, ha recalcado que la práctica totalidad de los 29
Grupos de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha han desarrollado iniciativas
en este sentido, están empezando a hacerlo o tienen interés en ello.
Nuevo modelo para impulsar la transición energética
En el encuentro se ha puesto de manifiesto el avance que los
Grupos de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha están haciendo en la
configuración de un nuevo modelo para impulsar la transición energética en torno
a la creación de cooperativas de primer grado que se integrarán en una
cooperativa de segundo grado. Todo este trabajo confluye en un proyecto de
cooperación extrapolable a otras Comunidades Autónomas y países de la Unión
Europea.
El presidente y gerente de ADESIMAN, Víctor Jiménez y Pedro
Antonio Salas, han resaltado que las comunidades energéticas son más que una
solución energética, son una forma de construir un futuro más justo, sostenible
y comunitario. Además, deben tener una gobernanza participativa y transparente,
una gestión eficiente y optimizada y una comunicación y educación constante
para que sus beneficios se vean reflejados en la comunidad.
Asimismo, han apuntado que el medio rural se enfrenta a
grandes desafíos como la despoblación, la población envejecida y la escasez de
oportunidades, por lo que el acceso a servicios, la fijación de población joven
y la revitalización económica con prioridades urgentes. En este sentido, las
Comunidades Energéticas Locales se presentan como motores de desarrollo rural
sostenible. La implementación de estas puede contribuir
a fijar población, crear empleo, reducir la vulnerabilidad energética,
fortalecer el tejido social y comunitario y generar oportunidades y atracción
de inversores.
Ente las buenas prácticas, se ha aludido a la transparencia,
la monitorización constante, la inversión en el mantenimiento regular de las
instalaciones solares (o de otra índole) para asegurar su máximo rendimiento y
prolongar su vida útil, el desarrollo de una estrategia clara para los
excedentes de energía generados (ya sea a través de la compensación en la
factura, el almacenamiento o la venta a la red), el fomento del autoconsumo y
la eficiencia, y la comunicación y formación continua.
La jornada contó con la asistencia de la consejera de
Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez; el presidente de la Diputación de
Cuenca, Álvaro Martínez Chana; el alcalde de Tarancón, José Manuel López.
El coordinador del Grupo Motor, Juan Carlos Casco, habló de
los escenarios de futuro para el mundo rural, la energía y el papel de los
Grupos de Desarrollo Rural. También participaron Alipio García, director
general de Transición Energética de Castilla-La Mancha; y Juan Ávila Francés,
jefe de Departamento de Innovación Social de Redeia.
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