Según ha informado Belén Rodríguez en Lanza, el
juicio por un presunto delito de apropiación indebida celebrado este martes en
la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha quedado visto para sentencia. El
acusado, comercial de una empresa de Tomelloso, ha declarado que no se apropió
de los 23.686 euros desaparecidos, sino que un niño de unos diez años, que
merodeaba por la zona, pudo haber sustraído el sobre con el dinero.
Testimonios contradictorios
Los hechos, que se remontan al 9 de enero de 2023,
ocurrieron cuando el acusado se encontraba en el apeadero de Puertollano con el
coche de empresa y dos sobres de recaudación, uno perteneciente a su propia
empresa y otro a una colaboradora. Tal y como recoge Belén Rodríguez en
Lanza, el acusado afirma que, al bajar un momento del vehículo y dejarlo
abierto, al regresar encontró la puerta del conductor entreabierta y uno de los
sobres desaparecido.
El juicio ha estado marcado por las contradicciones en los
testimonios. El repartidor, que solía recoger el dinero en casa del acusado,
aseguró que no había sido informado del cambio de lugar para la entrega y se
sorprendió al encontrarlo en el "aparcadero" de Tomelloso. También
declararon el director comercial y la directora general de la empresa, quienes
afirmaron que en un primer momento creyeron la versión del empleado, aunque
posteriormente comenzaron a sospechar. Fue la propia directora quien acudió con
él a interponer la denuncia, pero según relató en sala, ya en la comisaría
detectó incoherencias en el relato.
Un testigo inesperado
Otro testimonio clave, como destaca Lanza, fue el de
un trabajador de una empresa vecina, quien se acercó al acusado al verle
alterado y le ayudó a buscar al supuesto ladrón. Sin embargo, mientras los tres
testigos iniciales situaban los hechos por la tarde, este último afirmó que
todo ocurrió por la mañana, introduciendo una nueva contradicción en la
cronología.
La fiscalía, apoyándose en los registros del GPS del
vehículo, sostiene que el margen de tiempo entre la llegada al apeadero (16:56)
y la llamada al superior (17:02) es insuficiente para que se produjera el robo
tal y como lo describe el acusado. En su intervención, el comercial insistió en
que fue un día de gran tensión y que actuó según las instrucciones de sus
superiores.
Cambio de versión y solicitud de pena
Belén Rodríguez explica en Lanza que tanto la
fiscalía como la acusación particular consideran que el acusado ha modificado
su versión respecto a la declaración inicial, mientras que el resto de los
testigos la han mantenido sin variaciones. Solicitan una pena de un año y medio
de prisión, la devolución del dinero sustraído con intereses y el abono de las
costas judiciales.
La defensa, por su parte, pide la absolución argumentando
que el acusado llevaba 19 años en la empresa y estaba cerca de la jubilación,
lo que —según el letrado— restaría credibilidad a la tesis del delito.
El caso ha quedado ahora pendiente de sentencia. Como señala
Belén Rodríguez en Lanza, el juicio ha puesto sobre la mesa más
preguntas que respuestas.
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Miércoles, 9 de Julio del 2025
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