La música es una de las grandes pasiones de Emilio Cano Villahermosa (Tomelloso,1969). Y esa afición viajaba ya en los genes de la familia. Su bisabuelo, con el que concide en nombre y apellido, fue maestro de la Banda de Música de Membrilla que, ahora, lleva su nombre. Su abuelo Andrés también fue músico y tras su paso por la banda de Membrilla continuó en la de Tomelloso. Y no lo fue su padre que, sin embargo, fue un gran amante de la música. “En mi casa, había grandes colecciones de música. A mi padre le daba lo mismo escuchar al Fary que a Boney M. Me crié rodeado de cintas y discos”, recuerda este informático de profesión que perteneció a la Banda de Cornetas y Tambores que formó Ángel, el sacristán, y que años después pondría música en emblemáticos locales de Tomelloso y comarca y que, sin duda, tiene una bonita historia que contar sobre la época de las discotecas en los ochenta y noventa.
Emilio Cano ha sido uno de los Djs tomelloseros que ha actuado en el Zodiak Festival y, al mismo tiempo, ha colaborado de forma activa en la organización. El Zodiak será el principal reclamo de una entrevista en la que Emilio hará un repaso a su intensa y fecunda trayectoria como Dj.
-El año pasado ya le vimos en el Zodiak como Dj, pero en esta edición su implicación ha ido más allá, ¿no es así?
-Estoy muy contento de haber participado en un evento que, musicalmente hablando, es el más importante que tiene Tomelloso en estos momentos, tanto por aforo como por el nivel de los artistas. Cuando me llamaron el año pasado, me ilusionó mucho conocer por dentro el festival y me lo pasé francamente bien viendo como se preparan escenarios y cómo se realiza todo ese trabajo necesario para que los artistas se sientan a gusto. Este año, efectivamente, me he involucrado más teniendo contacto directo con los artistas para facilitarle su acceso a parking y ayudarles a resolver cualquier problema que pudiera surgir. En definitiva, procurando que estuvieran cómodos en todo momento y no les faltara de nada, antes, durante y después de su actuación.
-¿A qué atribuye el gran éxito que viene cosechando el Zodiak Festival?
-Ha sido importante la diversificación con tres escenarios diferentes en el que aparecen tres vectores musicales completamente distintos. Este año se ha metido pop español con Los Galván y Seguridad Social…no se trata de ser monotemáticos y puristas. El festival es de música electrónica, eso es evidente, pero pueden aparecer otros géneros y estilos. De este modo, si no te gusta lo que hay en un escenario seguro que encuentras otro artista más de tu agrado en otro. Se trata de tener la mente abierta, de hecho he visto a chavales disfrutando mucho con música de la época de sus padres.
-La organización también ha sido buena, se atan y se cuidan al máximo todos los detalles ¿no cree?
-No era consciente del trabajo que lleva la organización del festival, primero de planificación previa y luego de montaje y organización. Aún así, los artistas tienen sus rarezas y algo te puede sorprender en un momento dado. Pero se trata de que se respeten los horarios, pensando en el público que es el que paga.
-Usted estuvo en el Remember Stage en la tarde del sábado ¿qué nos puede decir de su aportación al festival?
-Ahí estuvimos intentando que la gente se lo pasara bien. Con el Remember siempre se genera algo de confusión porque a la gente le suena a cualquier cosa de antes y no es así. La música Remember va de finales de los noventa hacia el 2006 o 2007, la que en Europa se denomina eurodance, una música más elaborada, más electrónica que acompañó a toda una generación, que tuvo muchos adeptos y marcó nuevas pautas a la hora de divertirse. De hecho de Tomelloso salieron autobuses para ir a Radical, una discoteca de Torrijos, a disfrutar de este tipo de música.
-Su vinculación con la música viene de lejos…
-En mi familia hubo músicos. Mi tío Andrés me regaló uno de esos tocadiscos que iban en una maleta, también el disco de Los Paletos que todavía conservo y otros discos de aquella música de los setenta. Con esto y un radiocasete empecé a hacer mis primeras fiestecillas en casa con los amigos. Desde muy críos fuimos a la Llago,s y empecé a conocer ese mundo de los equipos y a Luis Jábega que andaba por allí entonces. Cuando cursaba el primer curso de FP, Miguel Llanos me propuso sustituir a un Dj en la discoteca Calcuta de Argamasilla de Alba. A partir de ahí estuve yendo todos los fines de semana. Más adelante acabé en Llago,s donde había un equipo muy bueno, poco a podo fui madurando y cogiendo mi propio estilo. Pero claro empezar tan joven en una sala tiene el hándicap de que siempre eres el muchacho, por mucho que hagas bien las cosas. Los responsables trajeron a gente de fuera, querían algo estelar, pero los que vinieron, que traían un gran cartel, no respondieron a las expectativas ni muchísimo menos. Todos intentaban apartarte, excepto uno de ellos, que le llegó a decir a los jefes, con mucha nobleza, que no hacía falta que buscaran fuera lo que ya tenían en casa.
-¿Hasta cuándo permaneció en la Llago,s?
Estuve en la Llago,s hasta el 98 en una etapa muy bonita en la que también pude estrenar la Doble Ele y la In Out. Pero llegó un momento que ya no estaba a gusto y me encontraba algo cansado. Cuando me marché los responsables tuvieron un buen gesto de confianza conmigo me dieron las llaves de todos los locales y me dijeron que podía volver cuando quisiera. Solo un mes después me propusieron ir a pinchar a la Caraba para sustituir a José Mari “Wily” que se casaba. Por un lado, me resultaba incómodo después de haberme ido de un sitio porque estaba cansado, pero por otro tenía el gusanillo de encarar el reto de hacer funcionar un nuevo local y acabé aceptando. Rafa Martínez me dio facilidades técnicas, económicas y de todo tipo. Propuse algunos cambios técnicos, la cosa fue funcionando y fue un verano en el que me lo pasé realmente bien. La pena fue que la Caraba no duró mucho. Los alquileres que se hicieron después no funcionaron del todo bien.
-Realizó una gran labor en la pandemia ¿cómo recuerda esos momentos?
-En redes salió mucha gente y en nuestro barrio el primero que hizo algo fue Adrián Osuna. El tocaba primero su trompeta y después yo ponía música de siete a ocho de la tarde, justo hasta ese momento del aplauso a los sanitarios. Era un ratito que la gente lo pasaba bien, una manera de decir no estábamos tan solos como pudiera parecer. Sin embargo, un vecino se molestó, nos generó cierta incomodidad y decidimos hacer una radio. Emitíamos en streaming abriendo peticiones y poníamos música para todo el mundo como en aquellos de programa de radio clásicos.
-¿Sigue pinchando actualmente?
-Todos los meses hago algo. Me llaman de diferentes sitios. Antes del Zodiak estuve en El Tabú con motivo de su aniversario, antes pasé por el JJ Los Billares y La Pampa. Siempre me salen uno o dos eventos al mes. Tampoco quiero hacer mucho más, porque ahora soy más celoso de mi tiempo y me lo tomo con mucha más calma. Aunque lo económico no es lo primordial, no dejó de establecer un caché porque la gente debe entender que es un trabajo que hay que pagarlo. Soy delegado de la Asociación de DJs de España e intento que se otorgue valor a ese trabajo y se respete esa profesión.
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Martes, 15 de Julio del 2025
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