Una metáfora del tránsito vital

La exposición parte de una premisa clara: todos estamos en proceso de convertirnos en algo nuevo. Bajo esa idea, “Crisálida” construye un itinerario emocional y conceptual en tres etapas: Infancia, como espacio de libertad y juego; Ruptura, donde se abandona lo que fuimos; y Identidad, punto de inflexión desde el que nos contemplamos con honestidad.

“Crisálida” no es solo una exposición: es una experiencia de transformación colectiva, donde lo íntimo se vuelve universal y lo personal, compartido. En palabras de los comisarios, se trata de un proyecto nacido de forma orgánica, uniendo obras que dialogan entre sí desde distintos lenguajes y disciplinas.

La mirada urbana y simbólica de MeOne

Rafael Rodrigo MeOne, conocido por su trayectoria vinculada al arte urbano, la narrativa visual y el uso de materiales reciclados, aporta a la muestra su particular enfoque sobre la identidad como construcción cambiante. Su participación en “Crisálida” consolida su proyección nacional,.

El artista tomellosero comparte espacio con nombres emergentes y consolidados del panorama artístico actual como Ginger, Heroin Cult, Le Petit Kaiser, María Maquieira, Mister Kaikus, Paula Pinkman y Yolanda Dorda, configurando un grupo plural en estilos, pero cohesionado en discurso.

Un espacio de conexión y transformación

La Casa Amarilla, reconocida por su apuesta por el arte contemporáneo joven e independiente, acoge esta exposición como un ejercicio de reflexión colectiva. “Crisálida” estará abierta al público durante las próximas semanas, ofreciendo un lugar de encuentro entre artistas y espectadores en busca de sentido, cambio y belleza.