La médica, que fue víctima de otra agresión hace años -la justicia le dio la razón-, ha explicado a Lanza lo insegura, impotente y dolida que se sintió el pasado 1 de agosto por las voces y los aspavientos de la paciente a la que ha denunciado.

El detonante: una paciente acudió dos días a consulta pidiendo la baja

La afectada, que accionó el botón del pánico, ha relatado que la semana pasada recibió a una de sus pacientes. La mujer, de unos sesenta años, le exigió que le diera la baja laboral porque supuestamente no puede atender su negocio.

La médica le indicó que bajo criterio médico no había motivos para esa baja, que debía llevar su firma, y se lo explicó. Dos días más tardes, el viernes pasado, volvió a la consulta con lo mismo. La doctora se lo negó porque considera que su situación médica no ha variado, y es cuando la denunciada se pone a vociferar.

“Me dice que le damos la baja, con estas palabras, a los negritos y los moros, y a los de aquí nada. Critica mi imagen diciéndome que parezco no se qué con ese turbante y que mi conducta no es la adecuada porque la hice llorar en consulta”, ha explicado la facultativa, con palabras recogidas en la denuncia ante la Guardia Civil del puesto de Tomelloso.

La doctora lo cuenta ahora, tras leer las últimas denuncias en atención primaria en Ciudad Real en un contexto de hartazgo general en los centros de salud. En este centro de Tomelloso, en un barrio especialmente conflictivo, hace algo más de un mes cesó el servicio de vigilancia privada, “me sentí muy impotente, no pude ni llamar al vigilante de seguridad”, cuenta.

“Cada vez te sientes más insegura”

La médica del centro de salud 2 de Tomelloso, que lleva catorce años en la sanidad opina que la violencia en las consultas, que no es nueva, ha crecido exponencialmente tras la pandemia. “Ha habido un cambio radical, cada vez te sientes más insegura en la consulta, esperando haber quién y en qué circunstancias aparece por la puerta”, “he notado que la agresividad va a más”.