Destacó la actuación de Finito de Córdoba, que cuajó una faena de calidad, premiada con la vuelta al ruedo del toro. Y, por supuesto, el buen hacer de Jesulín de Ubrique, figura carismática y querido por el público. Ambos matadores se volcaron en apoyar a los novilleros locales José Ángel Condés y Peronita, que pusieron mucha voluntad y temple ante su público.

El festejo se completó con el sorprendente espectáculo del Caballo Torero de Javier García, que combinó toreo, doma y baile, arrancando la admiración de quienes nunca habían presenciado algo similar.

La nota musical corrió a cargo de Paco Candela, cuya voz flamenca emocionó al público tanto en los intermedios como mientras se desarrollaban las faenas en el ruedo. “Excelente, de corrido, de principio a fin”, resumían los aficionados, que aplaudieron con fuerza sus intervenciones.

La conjunción de toreo, flamenco y espectáculo ecuestre dejó un grato sabor de boca a los asistentes, que disfrutaron de una tarde singular.